De “puertas giratorias” a funciones separadas, el sí de la Cámara a la reforma de la justicia

Aumento de concejales, nueva ley electoral, reglamento interno a contracorriente, incompatibilidad político-judicial reforzada, separación de funciones, reducción de cargos fuera de oficio. La ley de reforma del poder judicial y CSM, punto central de la “Agenda Mattarella” y cruce crucial para la recuperación de la credibilidad del poder judicial tras una larga temporada de abierta dificultad con el escándalo de los nombramientos piloteados al frente de algunos grandes judiciales oficinas La Cámara aprobó el proyecto de ley de delegación con 328 votos a favor, 41 en contra y 25 abstenciones (incluido el Grupo IV). El objetivo es que las nuevas medidas entren en vigor en las próximas semanas, tras su paso al Senado, para asegurar en julio la votación de la renovación del CSM con la reformada ley electoral.

Mezcla entre mayoritario y proporcional

Recordando que la reforma prevé un aumento a 30 concejales (20 togates y 10 laicos), el mecanismo desarrollado es básicamente mayoritario, con circunscripciones binominales y una recuperación proporcional que para los jueces prevé una distribución proporcional de 5 escaños a nivel nacional para los ministerios públicos recuperando un mejor tercio. La determinación de los colegios, anulada en último momento la hipótesis del sorteo, se realizará por decreto del Ministerio de Justicia.

Aplicaciones sin listas

No se permiten listas; cada candidato, sin necesidad de recoger un mínimo de firmas, también puede presentarse libremente en su distrito. Debe haber un mínimo de 6 candidatos en cada colegio binominal, de los cuales al menos 3 del género menos representado: si no se cumplen estos dos requisitos, entonces es posible proceder por sorteo.

Citas en tiempo real

Para los cargos ejecutivos y semiejecutivos, la Junta de Gobierno procederá con base en el orden cronológico de las vacantes para evitar nombramientos en “paquete”, donde los grupos organizados podrían proceder según una lógica de intercambio. Las audiciones de los candidatos se vuelven obligatorias para facilitar una mejor comparación de sus respectivos perfiles. Se identifica un contenido mínimo de criterios de evaluación para verificar, entre otras cosas, las habilidades organizativas. En igualdad de condiciones, se valora la igualdad de oportunidades y la menor representación de género en la alta dirección. Incluso los abogados, bajo ciertas condiciones, podrán votar sobre las evaluaciones de profesionalidad de los magistrados en los consejos judiciales.

Un dossier para medir resultados

Se estrena un expediente personal que, en el marco de las valoraciones de profesionalidad, incluirá todas las actividades realizadas por el magistrado, con especial atención a la conservación de las diversas diligencias practicadas también en posteriores grados de sentencia.



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