El ASESINO Kenneth Smith usó sus últimas palabras en el corredor de la muerte esta semana como una poderosa protesta, pero no todos tienen algo profundo que decir.
Cuando el asesino se convirtió en el primer estadounidense ejecutado por asfixia con nitrógeno, le dijo al mundo: “Esta noche, Alabama hizo que la humanidad diera un paso atrás. . . Me voy con amor, paz y luz”.
Pero si bien su mensaje fue conmovedor, otros que enfrentan la pena de muerte en Estados Unidos hicieron chistes, predijeron resultados deportivos e incluso mencionaron vegetales en sus momentos finales.
Aquí, revelamos algunas de las famosas últimas palabras pronunciadas por los reclusos antes de conocer a su creador.
Jimmy Glass, 25 años, quien fue ejecutado por electrocución en Luisiana en 1987 después de un robo y un asesinato, bromeó en sus momentos finales: “Preferiría estar pescando”.
Harrison Gibson, quien fue ahorcado en 1917 en Montana después de ser declarado culpable de asesinato, dijo: «No pueden matar una sonrisa».
El asesino en serie Frederick Wood, 51 años, quien fue ejecutado en una silla eléctrica en Nueva York en 1963, se despidió con esta broma: “Caballeros, este es un proyecto educativo. Estás a punto de presenciar el efecto dañino que la electricidad tiene en Wood”.
El asesino Robert Charles Towery, 47 años, quien murió por inyección letal en Arizona en 2012, dijo de manera extraña: “Amo a mi familia. Patata, patata, patata”.
El asesino de policías George Appel, 41 años, Se hizo famoso por sus últimas palabras pronunciadas en la silla eléctrica de Nueva York en 1928: «Caballeros, están a punto de ver un Appel horneado».
Robert Alton Harrisun asesino de 39 años que fue ejecutado en una cámara de gas de California en 1992 por matar a dos adolescentes, dijo: “Puedes ser un rey o un barrendero, pero todo el mundo baila con la Parca”.
James Lewis Jackson, 47 años, quien fue ejecutado mediante inyección letal en Texas en 2007 por asesinar a su esposa y dos hijastras, dijo: “Estoy listo para seguir adelante. Es hora de que empiece esta fiesta”.
Asesino Robert Atworth, 31 años, ejecutado mediante inyección letal en Texas en 1999, dijo: “Besa mi orgulloso trasero blanco irlandés. Estoy listo, alcaide, envíeme a casa”.
Bobby Ramdass, 29 años, quien murió por inyección letal en Virginia en 2000 después de asesinar a un trabajador de una tienda, hizo una predicción deportiva: “Los Redskins van al Super Bowl”. (No lo hicieron).
George Bernard Harris, 41 años –ejecutado mediante inyección letal en Missouri en 2000 después de matar a tiros a un hombre– bromeó: “Alguien necesita matar a mi abogado litigante”.
La trabajadora sexual Aileen Wuornos, 46 años, ejecutada mediante inyección letal en Florida en 2002 tras ser condenada por asesinar a seis de sus clientes varones, dijo: “Sólo me gustaría decir que estoy navegando con la roca y volveré, como el Día de la Independencia con Jesús, 6 de junio. Como en la película, con gran nave nodriza y todo. Vuelvo enseguida.»