De «OccupyPd» a secretaria demócrata: la parábola ganadora de Elly Schlein, la primera mujer al frente del Partido Demócrata

De la protesta de OccupyPd a la dirigencia del partido, tras el desafío en el derbi emiliano con Stefano Bonaccini. La parábola política de Elly Schlein, quien hoy sorpresivamente se ha convertido en la nueva secretaria del Partido Demócrata, atraviesa años de batallas y vivencias que la han visto acercarse y alejarse varias veces del partido, componiendo poco a poco la figura de una joven entregada a la renovación de la izquierda italiana.

Una familia internacional

Su abuelo materno, Agostino Viviani, era un conocido abogado sienés y antifascista, mientras que su abuelo paterno, Harry Schlein, había emigrado a Estados Unidos procedente de una familia de origen judío, procedente de Europa del Este. Nacida en Suiza en 1985, de madre italiana y padre estadounidense, Elly eligió Bolonia como ciudad para graduarse en derecho y vivir. Además de Susanna, la diplomática de la embajada griega víctima de un atentado en diciembre, también tiene otro hermano que vive en el extranjero.

Antirenziana

Voluntaria en la campaña electoral de Barack Obama -una experiencia que contó en un blog- en 2013 Schlein lanzó junto con otros OccupyPd, nacido para protestar contra los 101 que hundieron la elección de Romano Prodi en el Quirinale y proponiendo 102 (una más) ideas para el cambio el centro-izquierda. Al año siguiente fue candidata con las listas del Pd a las elecciones europeas y, sorprendentemente, resultó elegida. Pero luego abandonó la fiesta, junto a Pippo Civati ​​y en abierto contraste con Matteo Renzi, para fundar Possibile, otra experiencia de la que se distanció.

La batalla en las Regionales junto a Bonaccini

Entonces decidió no volver a presentarse a las elecciones europeas y volvió a la cancha para las Regionales de enero de 2020, dando vida a una agrupación ecologista-progresista, Emilia-Romagna Coraggiosa, con el objetivo de reunir a todas las fuerzas de izquierda que apoyaban a Bonaccini. en ese momento fuertemente amenazado por el centro-derecha. Las urnas aireaban una derrota en uno de sus fuertes históricos y Matteo Salvini se ocupaba casi todos los días de batir el territorio para apoyar la candidatura de Lucia Borgonzoni. En una de estas ocasiones, en San Giovanni in Persiceto, el líder de la Liga del Norte encontró al propio Schlein, con un grupo de activistas, esperándolo afuera de un mitin y presionándolo sobre las políticas migratorias de la Unión Europea y más allá.

Bonaccini finalmente ganó y fue reconfirmado como presidente y Emilia-Romagna Coraggiosa aportó el 3,8% pero Schlein ostentaba el récord de preferencias con 22.000 votos personales, recogidos en tres distritos electorales. En Bolonia, solo, se llevó más que los grandes nombres del Partido Demócrata. “No queremos ser la izquierda de la ztl, porque la izquierda puede y debe volver a hablarle a esos territorios que se han sentido un poco abandonados”, comentó.



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