El Ministerio Público (OM) donó el jueves por la tarde unos cincuenta sacos de dormir procedentes de narcotraficantes a personas sin hogar. La campaña es parte de un ensayo nacional. “Queremos ver cómo podemos reutilizar positivamente las cosas que les quitamos a los delincuentes”.
Los sacos de dormir provienen de personas que deambulan por el puerto de Rotterdam para sacar la cocaína entrante de los contenedores. Cuando se van, a menudo lo dejan todo atrás, incluidos los sacos de dormir. Esos sacos de dormir normalmente van al incinerador. Pero no esta vez.
La Fiscalía de Róterdam dona los sacos de dormir a la Pauluskerk de Róterdam. Se los entrega a personas sin hogar que pueden utilizar los sacos de dormir calientes ahora que hace más frío. Los sacos de dormir son de buena calidad. “Ayer tuve algunos”, dice el fiscal Loes van der Wees. “Eran adecuados para temperaturas de hasta -8 grados”.
La donación forma parte del piloto nacional de Reutilización Social, que se ejecuta desde 2017. “Es todo un proceso”, dice Van der Wees. Debe estar debidamente arreglado legalmente.
“Hay que pasar por todo tipo de obstáculos, pero ahora lo hemos logrado. Por eso estamos muy contentos. Normalmente, todo lo que se le quita a un delincuente va automáticamente al tesoro estatal”.
Hay una buena idea detrás de esto, porque previene la corrupción. Por ejemplo, a un oficial de policía no se le ocurre quitarle un bonito Ferrari a un criminal y luego usarlo él mismo. Entonces las reglas existen por una razón. “Pero en Italia, Escocia y algunos otros países lo hacen de manera diferente. Y eso produce resultados muy atractivos”.
El barco narco se convierte en barco de entrenamiento
Por este motivo, el Gobierno saliente quiso comprobar si esto también es posible en los Países Bajos. Hasta ahora los resultados han sido positivos, según Van der Wees. Por ejemplo, en Schiedam se ha creado un lugar de aprendizaje para jóvenes con dinero recaudado con la venta de una antigua casa de drogas. “De esta manera, los jóvenes del barrio donde esto ocurrió tienen más posibilidades de conseguir un trabajo”.
Otro ejemplo es un barco propiedad de narcotraficantes que fue donado a la Escuela de Transporte y Navegación de Rotterdam. “Con ese barco sólo se podían cometer delitos”, afirma Van der Wees. Por lo tanto, la venta no era una opción, pero se puede utilizar como buque escuela.
El piloto durará hasta 2025. Van der Wees espera que entonces se convierta en el estándar para dar un propósito social a las pertenencias de los delincuentes. “¡Estoy totalmente a favor!”