De Milán a Nápoles pasando por Roma: la larga historia de los Big Rom en Italia


Lukaku se reencuentra con Antonio Conte en el club del presidente De Laurentiis, con el que ganó el Scudetto en el Inter. Pero la historia del belga en nuestro campeonato no es todo rosas

Milán, Roma, Nápoles. Y luego quién sabe. Después de un largo tira y afloja entre De Laurentiis y la dirección del Chelsea, Romelu Lukaku se marcha, una vez más, de Italia. Tierra de conquista y relanzamiento para el belga, que tras vestir las camisetas nerazzurri y giallorossi, ahora vestirá únicamente de azul. Encontrar de nuevo a Antonio Conte, el entrenador con el que mejor rindió a lo largo de su carrera como futbolista. Una petición expresa del técnico del Lecce (por no decir “muy expresa”), la contratación del delantero de la selección belga, con el que espera recuperar esa condición que en su primer año en la Serie A le había permitido dominar las zonas de todos. Campos italianos. Pero más allá de la discusión puramente técnica, siempre se ha hablado de Lukaku en Italia: en el Inter rompió la barrera del futbolista mejor pagado de la historia nerazzurri, discutió con Ibra, se proclamó rey de Milán. Construyó una sociedad ofensiva de ensueño con Lautaro Martínez, estuvo cerca y anuló una Liga de Campeones al devorar un empate contra el City en la final y “salvar” un disparo de Dimarco destinado a la red. Luego desapareció, coqueteando con la Juventus y desapareciendo del radar. Enloqueció a todos en Roma con su llegada, llevó a los aficionados del Inter a comprar decenas de miles de silbatos para usarlos en su contra y fue recibido en un silencio casi resignado. Hoy pertenece al Napoli. Predecir lo que hará no es posible, pero sí volver sobre lo que ya hizo en Italia.



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