Primer (cansador) punto de inflexión en el Senado para el proyecto de Ley de Competencia, presentado en el Palacio Madama el 3 de diciembre. La sala dio luz verde a la medida. Hubo 180 votos a favor, 26 en contra y una abstención. Tras el acuerdo mayoritario, alcanzado la semana pasada, a partir del artículo 2 sobre licitaciones para la asignación de concesiones de baño (que sin embargo tiene el contenido de un aplazamiento técnico), la disposición se prepara así para afrontar el examen en segunda lectura en la Cámara.
Los temas que serán tratados por la Cámara
Aquí se resolverán algunos nudos que no se han abordado deliberadamente en el Senado: del transporte público local a la reforma del taxi (la Liga ya pidió la eliminación). Sobre esto último en particular, el centroderecha ya ha anunciado una batalla. Tendremos que correr: la NRR establece como objetivo la entrada en vigor de la ley anual de competencia 2021 para fines de 2022 (incluidos los decretos de implementación). El proyecto de ley fue calificado como “conectado” a la maniobra de finanzas públicas 2022-2024 con la nota de actualización al Documento de Economía y Finanzas 2021. El Senado aprobó cambios en servicios públicos locales, gas, puertos, concesiones hidroeléctricas, medicamentos y establecimientos privados de salud, sistema de producción de hemoderivados, inspecciones antimonopolio, fortalecimiento de la lucha contra el abuso de la dependencia económica de las plataformas digitales.
Playas, carreras para 2024, renuncias previstas para 2024
A la espera de una probable segunda vuelta entre las fuerzas políticas que apoyan a la mayoría, es útil, por tanto, hacer un balance de algunas soluciones sobre las que, hasta la fecha, se ha llegado a un acuerdo. Empezando por el tema más espinoso: las nuevas reglas para las concesiones de baño. Estos se asignarán sobre la base de ofertas a partir del 1 de enero de 2024. Para tener más tiempo, debe haber “razones objetivas, relacionadas, por ejemplo, con la disputa pendiente o dificultades objetivas relacionadas con la finalización del procedimiento”. mismo”. En estos casos, los Ayuntamientos necesitan un “acto motivado” para aplazar la convocatoria, “por el tiempo estrictamente necesario para la conclusión del procedimiento y, en todo caso, no más tarde del 31 de diciembre de 2024”. En el transcurso de 2024, el Gobierno deberá enviar dos informes sobre el estado de las licitaciones, destacando el resultado y las razones que pudieron haber impedido su conclusión.
Decisión aplazada sobre la indemnización
Por otro lado, la solución del nodo de compensación se ha pospuesto (por ahora): los decretos de aplicación definirán de hecho los “criterios uniformes”, es decir homogéneos de norte a sur, para que la cuantificación de los reembolsos sea pagado al “concesionario saliente, puesto a cargo del concesionario entrante”. Los reembolsos correrán a cargo de los nuevos concesionarios, por lo demás todo se decidirá con el Decreto Legislativo que deberá ser propuesto por el Ministerio de Infraestructuras y el Ministerio de Turismo con el concierto de Transición Ecológica, Economía, Desarrollo y Asuntos Territoriales. El aplazamiento de las indemnizaciones a un decreto delegado permite aprobar la votación administrativa del 12 de junio. Entre los demás puntos que se definirán con el decreto de aplicación, la garantía de los portones de acceso libre y gratuito, el tope de lotes y su fraccionamiento para proteger a las PYMES, la consideración adecuada a efectos de otorgar calidad y condiciones de servicio (en prácticas precios), criterios uniformes para las cuotas anuales.
Concesiones hidroeléctricas, se aplaza un año el plazo para lanzar licitaciones regionales
En cuanto a las concesiones hidroeléctricas, se ha aplazado en un año, hasta el 31 de diciembre de 2023, el plazo para iniciar los trámites de asignación por parte de la región. Tratándose de concesiones que tengan fecha de vencimiento anterior al 31 de diciembre de 2024, incluidas las ya vencidas, las regiones podrán prorrogar a favor del actual o anterior concesionario hasta por tres años contados a partir de la entrada en vigencia de la ley, estableciendo la tarifa más adeudada.