De los fondos a la gestión, cómo comenzará el Museo Nacional del Holocausto


Cerca del Día del Recuerdo, el Ministro de Cultura había hablado de un «deber moral» para finalmente dar vida al Museo Nacional del Holocausto en Roma. Una gran tragedia «jamás justificable en términos de historia, ética y moral». Todavía no han pasado dos meses desde entonces y el gobierno da seguimiento al impulso de Gennaro Sangiuliano aprobando un proyecto de ley ad hoc con las dotaciones económicas y algunos criterios generales de funcionamiento.

Vigilancia en el MiC

En todos los sentidos, la historia que se arrastra desde hace veinte años entre altibajos parece acercarse a un epílogo favorable. La disposición prevé que el Ministerio de Cultura participe en la Fundación Museo del Holocausto, a la que también se le confía la gestión de la estructura. Habiendo obtenido el sí del Parlamento, la Fundación podrá operar bajo la supervisión del Ministerio de Cultura que planifica las actividades del museo teniendo en cuenta también las directrices de la Presidencia del Consejo de Ministros. Para la construcción del Museo, el gasto autorizado asciende a 4 millones de euros para el presente año 2023, 3 millones de euros para 2024, 3.050 millones de euros para 2025 y, a partir del año 2026, 50.000 euros anuales.

Asignaciones

Los gastos relacionados, en cuanto a los gastos necesarios para el establecimiento del Museo, se prevén mediante la reducción correspondiente en la asignación del fondo de cuenta de capital especial ingresado, a los efectos del presupuesto trienal 2023-2025, « Fondos de reserva y especiales» de la misión «Fondos de reinicio» de las estimaciones del Ministerio de Economía y Hacienda. Igualmente por los 50.000 euros anuales destinados a sufragar los gastos necesarios para el funcionamiento del Museo, a partir del año 2025.

Fundación nacida en 2008

“Para la ubicación de esta estructura, confiaré y seguiré solo las indicaciones de la comunidad judía”, había anticipado Sangiuliano en ese momento. Hasta el momento se conoce un proyecto del arquitecto Luca Zevi que ya ha realizado unos pasos formales y un espacio en Villa Torlonia, a lo largo de la vía Nomentana. Como se mencionó, la idea de crear un lugar de altísimo valor simbólico tuvo altibajos: y la Fundación Museo del Holocausto nació en julio de 2008 precisamente con la misión explícita de dar impulso a la construcción del museo nacional. «Una estructura de gran utilidad común, sobre todo por las numerosas actividades públicas dedicadas a la Shoah, dirigidas a jóvenes, profesores y ciudadanos italianos y extranjeros, que tendrán un lugar de referencia con personal altamente especializado».

Las otras grandes ciudades del mundo.

Según los organizadores del proyecto, su implementación permitirá que la capital de Italia se una a las grandes ciudades del mundo (Jerusalén, Washington, Berlín, Londres, París) que cuentan con museos dedicados a la Shoá. «Las instalaciones y el fondo documental, comisariado por importantes historiadores contemporáneos, permitirán a visitantes, profesores y alumnos conocer en profundidad qué fue el Holocausto».



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