Marzo es un mes de invierno que a veces se comporta como un mes de primavera. Este año no es diferente, por lo que puede ser un momento complicado para los minoristas de moda en la mayoría de los países europeos y en la costa este de los EE. UU. Las tiendas deben hacer malabarismos con las ofertas de invierno, la colección de resort y la colección de primavera de este mes. Tal vez por eso los tops de punto, los jerséis y los vestidos con los colores del arcoíris están en todas las últimas rebajas. La tendencia también se conoce como ‘vendaje de dopamina’.
¿Qué es el vendaje de dopamina?
Pinterest describe el vendaje de dopamina como “cualquier cosa que tenga una vibra agradable, que sea eléctrica, que puedan usar personas de todos los géneros y edades”. enviar. Desempeña un papel importante en cómo las personas experimentan la felicidad. Según verywellmind.com, vestirse con dopamina significa “vestirse con la intención de elevar el ánimo”. El color, el estilo y la textura pueden evocar asociaciones psicológicas y, a menudo, están vinculados a los recuerdos. Salir de tu zona de confort al elegir tu ropa y probar algo nuevo. también puede desencadenar la liberación de dopamina.
volver a ser tendencia
El año 1967 fue conocido como el ‘Verano del amor’, un fenómeno social que vio a 100.000 ‘niños de las flores’ que experimentaban con drogas en masa en San Francisco. Esto condujo a varias tendencias de moda, incluido el uso de colores brillantes del arco iris. Con el tiempo, el arcoíris se asoció con la comunidad LGBTQ+ antes de volver a la moda convencional.
En la década de los 90, dominada por el grunge y el heroin chic, los colores brillantes fueron completamente rechazados en la moda, tanto en el segmento de lujo como en la calle. El miedo adicional a la amenaza Y2K llevó a los consumidores a demandar ropa oscura en tonos que se conocieron como ‘negros falsos’.
En completo contraste, los diseñadores se adentraron en la luz del nuevo milenio y las pasarelas Primavera/Verano 2000 se inundaron de rojo, naranja, verde y amarillo. Ahora, 22 años después, tenemos una opción: ¿queremos vestir de negro para expresar un estado de ánimo sombrío o preferimos colores brillantes para combatirlo?