Beijing está dispuesto a trabajar con Italia para tener nuevas relaciones sobre la base del supuesto de que se están definiendo nuevos equilibrios globales: es necesario actualizar la lógica del pasado. Este es el mensaje que China envió a Italia en vísperas de la larga misión del presidente de la República, Sergio Mattarella, en el País del Dragón. Hoy el jefe de Estado mantendrá las esperadas conversaciones con el presidente chino, Xi Jinping. “China está dispuesta a trabajar con Italia para profundizar la confianza política mutua, ampliar la cooperación práctica y promover los intercambios entre pueblos para lograr una mayor estabilidad en un mundo cambiante”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, explicando que el presidente Xi Jinping tiene la intención de ” definir el proyecto para el desarrollo futuro de las relaciones chino-italianas”.
El relanzamiento de las relaciones
Una oportunidad que hay que aprovechar si se tiene en cuenta que la salida de Italia del acuerdo de la “Ruta de la Seda” era temida, incluso acompañada de “presagios siniestros”, debido a la posible reacción de China ante un repentino cambio de rumbo. Era necesario arreglar rápidamente el Dragón y las instituciones lo están haciendo, primero a través de la misión de la Primera Ministra Giorgia Meloni en julio, y hoy al más alto nivel con la visita de Estado del Presidente de la República. Una atención que ha sido captada por las autoridades de Pekín, que consideran la llegada del presidente italiano como una oportunidad decisiva para relanzar las relaciones con toda la Unión Europea.
Mattarella, es importante tener una relación constructiva con China
“En las distintas articulaciones aquí hay un precioso trabajo de actividad diplomática en este inmenso país. Una relación intensa y creciente, muy importante – afirmó el Jefe de Estado durante su visita al Instituto Cultural Italiano en Beijing -. La relación que une a Italia y China se remonta a mucho tiempo, es una relación antigua que se desarrolla y continúa desarrollándose y es muy importante para nosotros que se desarrolle de manera positiva, constructiva y altamente colaborativa”.
Los países del “Sur Global”
Está claro que la última ofensiva de Bruselas contra el sector automovilístico chino no es una buena tarjeta de presentación para las autoridades italianas. Incluso si la misión del primer ministro Meloni en julio sirviera precisamente para asegurar que Italia mantendría una posición blanda y abierta dentro de la UE. Del lado italiano, no se subestiman las expectativas chinas de aceptación global de un nuevo orden mundial más acorde con el crecimiento de ese magma de los países emergentes llamado “sur global”. Por tanto, será interesante para el Jefe de Estado – explican fuentes diplomáticas – profundizar en la idea china de una nueva “gobernanza” que ya no esté dominada por el oligopolio occidental. Esto debe suceder, para China y más allá, a través de una mayor participación de esa galaxia de países que exigen más espacio en el orden internacional y corren el riesgo de alejarse cada vez más de Occidente si se les ignora.
El debate sobre la guerra en Ucrania
En sus conversaciones, Mattarella y Xi Jinping tendrán la oportunidad de discutir las posiciones de cada uno con respecto a las principales zonas de crisis del mundo, empezando por la guerra en Ucrania. De hecho, es conocida la posición de Pekín, su pleno apoyo político a la Rusia de Putin. Por parte italiana, somos conscientes de que una potencia mundial como China podría ser decisiva a la hora de construir una mediación entre Moscú y Kiev. Existe la misma conciencia al creer que Beijing podría en esta etapa desempeñar un papel mucho más efectivo en la influencia que tiene en las políticas rusas.