1) Comparar ofertas
En el mercado libre operan cientos de proveedores diferentes y los precios ofrecidos pueden variar significativamente. En primer lugar conviene recordar que en el mercado libre las empresas tienen la posibilidad de modificar únicamente el componente “gasto energético”, elemento que por tanto resulta fundamental para comparar diferentes ofertas entre sí; los demás elementos, como tasas e impuestos, los establece la Autoridad y son iguales para todos. Utilizar un comparador o pedir el apoyo de un consultor experto, por ejemplo, pueden ser dos soluciones ideales para comparar correctamente ofertas y elegir conscientemente la que mejor se adapta a tus necesidades.
2) ¿Evaluar la diferencia entre precio fijo o indexado?
Hay dos tipos de mecanismos de fijación de precios: precio fijo o precio indexado. En el primer caso el precio del componente energético queda bloqueado durante un periodo de tiempo, normalmente de 12 o 24 meses; en el segundo caso, sin embargo, el precio varía mensualmente en función de un índice de referencia, normalmente vinculado a la evolución del coste de la materia prima. No existe absolutamente ninguna opción correcta o incorrecta, ya que la elección depende de las tasas y del apetito de riesgo individual: si opta por la tasa de precio fijo, es importante estar atento a la duración de la oferta ya que, al final de la restricción período, el proveedor propondrá una nueva tarifa y no se garantiza que sea conveniente. Por tanto, antes de aceptarla sería buena idea comparar la propuesta con otras existentes en el mercado para tomar la decisión correcta.
3) Para cada estilo de vida existe una tarifa adecuada
Cuando se trata de electricidad es importante tener en cuenta también tu estilo de vida y los momentos en los que más energía consumes; esto se debe a que en el mercado existen tarifas bihorarias, que ofrecen un precio bonificado de la energía en determinados periodos del día, y tarifas únicas horarias, que en cambio tienen un precio único independiente del momento de consumo. Al igual que ocurre con el precio fijo o indexado, tampoco en este caso existe una solución absolutamente mejor que otra: la tarifa debe elegirse en función de tus hábitos y tu vida diaria. Si tienes dudas, consulta tu factura para ver en qué momentos del día consumes más energía.
4) Ojo con el consumo
Para encontrar la tarifa que mejor se adapta a tus necesidades, es importante entender cuánta energía consumes en casa; Esto se puede entender recuperando el consumo anual de facturas antiguas, expresado en kilovatios hora para la electricidad y en smc para el gas. Gracias a estos datos será más fácil estimar el ahorro al cambiar de proveedor.
5) Evaluar la confiabilidad del proveedor
A la hora de elegir un nuevo proveedor es importante confiar única y exclusivamente en operadores serios y fiables porque las estafas pueden estar a la vuelta de la esquina; En un período delicado como el actual, no es casualidad que los intentos de fraude se hayan multiplicado. La buena noticia es que protegerse de los estafadores es posible: el primer consejo, y también el más importante, es no apresurarse nunca y no aceptar propuestas antes de haber verificado su autenticidad.