De la barbería a la huerta, los alcaldes limitan el uso del agua potable


A Castenaso, municipio de Bolognese, los peluqueros y barberos podrán realizar un solo lavado de cabeza de los clientes además del enjuague. Esto hasta el 30 de septiembre, fecha de expiración de la ordenanza sindical 6/2022 con la que el alcalde dio la orden de limitar al máximo el despilfarro de los recursos hídricos. En el documento, además de la curiosa prohibición, también las habituales medidas antidesperdicio para hacer frente a la emergencia por sequía: cese del uso del agua potable para usos extradomésticos, como el riego de huertas y jardines, el lavado de coches y el llenado de piscinas, al menos durante el día.

Una ordenanza, la del alcalde de Castenaso, que forma parte del mayor número de disposiciones que los municipios del norte y centro de Italia han emitido en los últimos meses. De hecho, mucho antes de que las Regiones invocaran el estado de alarma por los nefastos datos vinculados a la escasez de lluvias, las autoridades locales habían comenzado a moverse en el territorio.

Por otro lado, es un problema que no viene de sorpresa: el invierno seco y la primavera llena de tormentas habían sido suficientes campanas de alarma, y ​​las autoridades de la cuenca habían alertado sobre los niveles de sequía desde hacía tiempo. Incluso las autoridades locales de gestión de los recursos hídricos habían dado la alarma con mucha antelación: sobre la base de los informes de Acqua Novara VCO, por ejemplo, el municipio de Baveno se había movido en marzo (con la ordenanza 28/2022) para limitar el uso de agua potable a fines higiénico-domésticos únicamente.

Las resoluciones vieron entonces un aumento exponencial entre mayo y junio, particularmente en algunas zonas del Centro-Norte, donde al problema del agua y la agricultura se suma el problema de la ganadería, necesitada de grandes cantidades de agua. Gracias al recordatorio de las autoridades del agua, como la toscana, que el 16 de junio invitó a todos los municipios a ordenar prohibiciones sobre el uso de los recursos de agua potable, publicando un modelo de orden. Similar es el esquema enviado el 23 de junio a las administraciones locales en Emilia-Romaña por Atersir.

El tenor de las resoluciones es el mismo en todas partes -no desperdicio, agua potable concedida solo para necesidades vitales humanas-, pero la duración varía de municipio a municipio: quién sigue poniendo como fecha límite el final del verano (y esto también puede variar, del 31 de agosto al 30 de septiembre), los que no pongan plazo y se refieran a una posible revocación.



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