Por un lado, las propuestas de las partes para hacer frente a la energía cara, entendida tanto en el sentido de facturas de luz y gas cada vez más elevadas como en el de combustible caro. En primera fila, ampliación de la audiencia del bono social y recorte de los impuestos especiales que, junto con el IVA, suponen el 64% del precio final de los carburantes. Por otro lado, la jugada del Gobierno: se espera un primer paquete de medidas anticrisis sobre la mesa del Consejo de Ministros a mediados de semana, probablemente ya para el miércoles 16 de marzo (el decreto debería ir acompañado de una disposición sobre Ucrania y un decreto de simplificación, funcional para el logro de los objetivos del PNR).
Los partidos están presionando al ejecutivo para que aborde el problema rápidamente. Desde el Partido Demócrata a la Lega pasando por los Hermanos de Italia y el Movimiento 5 estrellas, todo el mundo parece estar poniendo al gobierno en una situación difícil porque no espera a que se mueva la dirección europea. Lega y Cinque Stelle proponen ir en la dirección de una nueva brecha presupuestaria. La solución ni siquiera está excluida del Partido Demócrata.
La mirada se volvió hacia Bruselas
Los ministros están trabajando para definir un paquete de intervenciones que avanzará en parte por el fortalecimiento de los decretos energéticos más recientes y en parte en la línea de las ayudas post-Covid. El trabajo preparatorio está estrechamente relacionado con las opciones europeas, ya que para intervenir para ayudar a las empresas, debemos esperar a que llegue el visto bueno para que llegue el marco temporal sobre ayudas estatales, y luego encontrar los recursos. La flexibilización de las reglas, como ya sucedió con la pandemia, permitirá replicar las medidas de apoyo a la liquidez de las empresas pero también los refrigerios a fondo perdido -quizás a través de un fondo ad hoc, como indicó el Ministro de Desarrollo Económico Giancarlo Giorgetti- que esta vez, sin embargo, podrían calibrarse no tanto sobre la pérdida de facturación como sobre el consumo energético y sobre los sectores más afectados por la crisis de las materias primas. Los fondos disponibles también determinarán el alcance del apoyo a las familias, porque si el aumento del techo Isee del bono social hubiera podido contener los costes, la puesta en marcha de una esterilización del IVA o una reducción, aunque sea temporal, de los impuestos especiales sobre la gasolina y el gasóleo ha en cambio, necesita una cobertura masiva.
La hipótesis de un techo comunitario en el precio del gas
El gobierno está mirando a la UE, y en particular a la acción coordinada a nivel europeo que establece un techo en el precio del gas. Una línea que fue reafirmada por el subsecretario de la presidencia del Consejo, Vincenzo Amendola. Hablando con Rai 3 sobre los pasos de la llamada “Unión Europea de la Energía”. “Hemos dado mandato a la Comisión para trabajar en las próximas semanas en un mecanismo de control del precio del gas”, aclara Amendola. Estrategias compartidas a nivel europeo, por tanto, pero que llevan mucho tiempo ya las que se añadirían medidas nacionales en las que está trabajando Palazzo Chigi.
Las soluciones promovidas por las partes
Ante el riesgo cada vez más inminente de una paralización de los servicios y del sistema productivo, la presión de los dirigentes sube con los horarios, que difiere solo en propuestas concretas. Así, por ejemplo, el centroderecha presiona recorte de impuestos especiales que, junto con el IVA, supone el 64% del precio final del carburante, mientras que la izquierda invoca acciones rápidas y específicas contra las compañías petroleras. El secretario del Partido Demócrata, Enrico Letta, los llamó abiertamente tras las acusaciones vertidas por la ministra de Transición Ecológica sobre el boom petrolero: “Creo que la ministra Cingolani tiene razón al decir que los aumentos son una estafa, porque son tan enormes que no lo son tienen un sentido lógico y económico”, explicó al margen de la asamblea de los verdes. Según Letta, “el gobierno debe intervenir como lo hace ante una estafa, con pierna recta e inmediatamente”. Nicola Fratoianni, de la izquierda italiana, también insta al ejecutivo, dirigiéndose al ministro Cingolani: «Si hay una estafa y usted es el gobierno, entonces intervenga en consecuencia y de inmediato. No te detienes en las entrevistas. Y hacer un acto que ponga techo a los precios de la energía y los combustibles». Luego agrega: “Si no lo hace él, lo hace Draghi”. Otra opción es la fiscalidad de los beneficios extraordinarios de las empresas energéticasy, a petición de Patty L’Abbate, senadora de los 5 Estrellas y miembro del comité de transición ecológica. En una intervención en la retransmisión de Agorà, el presidente del Cinco Estrellas Giuseppe Conte amplió el abanico de actuación, y habló de “aportaciones solidarias sostenibles” hacia los sectores que registraron beneficios extra durante la pandemia del Covid – puso el ejemplo del sector asegurador -, a fin de recuperar los recursos destinados a las familias y empresas que luchan con los combustibles caros. «En el futuro inmediato -dijo- no está a la vista la reducción del gas ruso pero hay que trabajar en suministros alternativos. Tenemos la capacidad de intervenir sobre los beneficios extra de las empresas energéticas y redefinir los impuestos especiales que les afectan. Luego hay algunos sectores que en estos dos años de pandemia han acumulado ganancias, estoy pensando por ejemplo en el sector asegurador, aquí podríamos pensar en aportes solidarios sustentables que no comprometan la lógica del mercado”. Además, la propuesta de «una comprobar la energía»Para familias con los ingresos más bajos. Una idea que el líder de Action Carlo Calenda rechazó como «otra subvención más», y en su lugar impulsó el coste de la energía y la gasolina con «recortes/diferenciación de tasas e impuestos especiales a lo largo del tiempo».