De Ketelaere, ¿la luz al final del túnel? Los datos empiezan a sonreír…

Comparando los parámetros antes del parón mundial y los de 2023, el belga ha mejorado en sus remates, pases y balones jugados. Y ese enfado con Monza podría ser la clave para cambiar las cosas

El track es monográfico, pero por ahora el desarrollo es libre: observar a De Ketelaere y contar lo que se te ocurra. Cada uno ve lo que quiere en él. Un niño acosado por la mala suerte. Un niño se inclinó bajo su precio de 35 millones. Un chico sin la madurez necesaria para afrontar las presiones de un club como el Milan. Un niño que pronto florecerá y hará que todos cambien de opinión. Un chico, precisamente, porque Charles tiene 21 años.

Las últimas imágenes del chico en cuestión que han dado la vuelta a la web son las de la segunda parte en Monza, cuando a cinco minutos del noventa el CDK devora el gol, con Pessina tapando su disparo con el portero fuera de juego. Charles se desahoga visiblemente, agitando los brazos con una mezcla de ira e incredulidad mientras Pioli en el banco rompe una botella de agua en el suelo. Habría sido el gol que habría cerrado el partido, habría sido el gol que habría desbloqueado al rubio del Brujas.

Enojado

Aquí, en ese torbellino ondulante más que nadie ha visto algo nuevo: una reacción. Una rebelión contra el destino cínico y tramposo que, rebobinando la cinta de errores anteriores, nunca se había visto con esta intensidad. Entonces, el razonamiento es trivial: la ira es bienvenida, ayudará a ser más malo frente a la portería la próxima vez. Ver a De Ketelaere florecer como una flor en primavera es un objetivo de todo el mundo Rossoneri. En primer lugar, porque es condenadamente útil para un equipo que tiene mucha competencia en la zona de la Champions. Luego porque le ayuda, individualmente, a recuperar la confianza y no volver a perderla. Y finalmente porque sirve al sistema de juego de Pioli: ya sea 4-2-3-1, 3-4-2-1 o 3-4-1-2, no se desmerece la presencia del centrocampista ofensivo. También porque hay tres en rosa.

Parámetros

Para apoyar a quienes creen haber visto por fin una nueva chispa en Charles, también hay algunos datos. Basta comparar al jugador de la primera parte de la temporada -por tanto hasta el parón mundial- con el de 2023. Parámetros mejorando. No todos pero, en definitiva, la línea no es plana.

Ha aumentado la media de tiros por partido (de 0,67 a 1,11), al igual que la de los a puerta (de 0,11 a 0,56). El porcentaje de tiros en el espejo incluso subió de 20 a 75. Y el de pases acertados del 76,1 al 83,1%. También aumentó la media de los partidos de balones jugados: de 44,3 a 62,7, con un incremento de los en el área rival que pasó de 5 a 6,2. En resumen, algo parece moverse. Todo lo que queda es transformar ese estallido de ira en un estallido de júbilo.



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