El viernes por la noche ante los toscanos Pioli debería darle un descanso a Díaz, colocando al belga en el centro del trocar. Es uno de los últimos trenes en dar sentido a su temporada.
Veintiocho, catorce, siete. Estos son los últimos tres minutos de Charles De Ketelaere en Liga y no, el próximo no sufrirá un halving más a los tres y medio. Milán-Empoli el viernes por la noche para CDK podría (debería) ser una nueva oportunidad, otra más, para hacer un cambio. Meter la flecha es imposible, con un Díaz así, pero girar sí. Se puede hacer. Y este será uno de los últimos trenes de este año.
Misión (también corporativa)
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Pioli aún no lo ha decidido, pero esta parece ser la orientación, también porque Brahim probablemente se tomará la noche libre. En parte porque el Milan necesita volver a jugar el miércoles 12 contra el Napoli en la Champions League en las mismas condiciones mostradas en la liga el pasado domingo. En parte porque las molestias en los aductores comunicadas por el entrenador al final del partido -por lo que el encuentro del español acabó en el minuto 12 de la segunda parte- inducen a la prudencia, aunque no es motivo de preocupación. Eso sí, en teoría Pioli podría optar por prescindir de Charles esta vez también: bastaría con confirmar a Bennacer en el centro del trocar, o colocar en él a Krunic, pero la misión del entrenador -que coincide con la de la “compañía”- es conseguir que el belga sea capaz de encender al menos en estos dos últimos meses de temporada. Cuáles son los decisivos. Una especie de nueva adquisición primaveral, útil para hacer una contribución tangible ahora que cada punto tiene un peso específico muy alto.
palabras maduras
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En todo caso, la pregunta es: en este Milán de regreso al 4-2-3-1, ¿dónde encontraría su lugar el CDK? Pioli siempre ha dicho que le ve por detrás del delantero, o en todo caso por el centroderecha. Pero, por lo observado hasta ahora, es difícil pensar que Charles en el lateral pueda garantizar esa doble fase feroz interpretada magníficamente por Díaz en Nápoles. También porque Empoli, queriendo entrar en detalles sobre el partido del viernes por la noche, tiene uno de sus puntos fuertes en la izquierda con la mala percusión de Parisi. Así que es más fácil imaginar al belga en el centro del trocar, quizás con Saelemaekers en la banda. El último como titular fue en Florencia hace un mes, y fue así: algunas buenas jugadas pero poca presencia en el último cuarto de campo y es un guión tristemente visto. Sin embargo, sus palabras en una entrevista realizada en la selección durante la última parada fueron muy agradables de leer: una plena conciencia de las propias dificultades y al mismo tiempo la convicción de tener las cualidades para superarlas. Casi una promesa y un llamamiento a todo el mundo rossoneri para pedir ser atendido. Florecer ahora mismo, con los cuartos de final de la Champions y un cuarto puesto de Liga aún en juego, serviría para desinfectar todas las heridas de este atormentado primer año de los rossoneri.
4 de abril – 19.19 h
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