El volumen de residuos radiactivos en Italia, a 31 de diciembre de 2021, fue de 31.812,5 m3, un ligero aumento (+0,2 %) en comparación con 2020. Sin embargo, no son malas noticias. La nueva edición delInventario nacional de residuos radiactivos elaborado por Isin (Inspección Nacional de Seguridad Nuclear y Radioprotección), que se puede consultar en www.isinucleare.it, destaca que son las actividades de desmantelamiento y recuperación las que han determinado el aumento. Como las de la planta de Latina, en Lazio que se confirma como la región con mayor volumen de residuos radiactivos (10.026 m3, el 31,52% del total nacional).
En cuanto a la radiactividad, el informe destaca una reducción de alrededor del 2% con respecto al año anterior (2.785.393,9 GBq totales), con Piamonte a la cabeza (72,65% de la radiactividad nacional), seguido de Campania y Basilicata.
Desmantelamiento final en la incertidumbre
La fotografía es la de una situación en evolución, pero gestionada de manera fragmentada, con muchos yacimientos repartidos por la península y el desmantelamiento definitivo de las plantas ligado a la creación del depósito único nacional de residuos, del que se habla desde hace años.
Del informe Isin surge un mapa de residuos latentes en el que, junto a los 18 depósitos locales (15 en Lombardía, desde Brescia hasta Segrate), existen grandes emplazamientos conocidos como las cuatro antiguas centrales nucleares. En la lista destacan el Reactor L54M de Città Studi, en el centro de Milán, el Reactor AGN de la Universidad de Palermo (que no contiene residuos radiactivos), y pequeños depósitos con veinte años de protestas, como la antigua Cemerad en la provincia de Taranto. En 2000, el área fue objeto de embargo judicial; la empresa se declaró en concurso de acreedores en 2005 y, recién en 2016, se iniciaron los trámites para la disposición de los más de 16.000 bidones de residuos peligrosos y radiactivos que alberga (a diciembre de 2020 se gestionan en torno al 80%).
Depósito único y síndrome de Nimby
Desde 1999, la empresa estatal Sogin participa en el desmantelamiento de centrales y centrales eléctricas, la gestión de residuos radiactivos y estaría a cargo de la futura construcción del repositorio único nacional. El caso es un clásico de libro de texto del síndrome de Nimby (no en mi patio trasero) que, a lo largo de los años, ha catalizado las protestas de ciudadanos y municipios y que ahora se encuentra gestionando el Ministro de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto Fratin. Queda por ver si pretende o no respetar el plazo, fijado por el exministro Cingolani en diciembre de 2023, para indicar el sitio elegido de entre los 67 señalados en el Cnapi, el mapa nacional de áreas potencialmente aptas.