Ddl adulto mayor, estos son los próximos pasos para fortalecer la atención y el apoyo domiciliario


“La aprobada el pasado 21 de marzo por el Parlamento es una reforma de dos caras, a la vez poco controvertida y poco meditada, a pesar de que afecta a más de 10 millones de personas entre las que se encuentran los mayores afectados, familiares comprometidos con su asistencia y operadores involucrado. En cambio, para recuperar la financiación indispensable, debe convertirse en una prioridad política». Cristiano Gori, coordinador del Pacto por un Nuevo Bienestar sobre el No Autoabastecimiento que contribuyó de forma sustancial al texto del «Ddl mayores» aprobado definitivamente por el Parlamento, analiza la reforma a la que se somete Italia -a pesar de ser el segundo país más longevo- en el mundo, después de Japón, ocupa el último lugar en comparación con los otros principales socios europeos: Alemania en 1995, Francia en 2002, España en 2006 ya había adoptado una ley.

Finalmente estamos aquí, luego de un proceso complejo: ¿qué se necesita para darle alas a esta reforma?

Es en la próxima ley de presupuestos donde se llamará al Gobierno a decidir si destinar y cuántos recursos económicos. El gasto público en atención a personas mayores es decididamente inadecuado en nuestro país, como lo demuestran toneladas de estudios y datos que analizan las necesidades insatisfechas presentes en Italia, así como comparaciones con otros países. Por lo tanto, para llevar la reforma a la práctica, es necesario aumentar significativamente la financiación, de lo contrario, solo quedará una serie de buenas intenciones en el papel.

¿Cómo es posible que una ley habilitante de esta magnitud no prevea nuevas asignaciones?

La reforma fue incluida en el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia gracias a la presión de las 57 organizaciones reunidas en el Pacto por un Nuevo Bienestar en la No Autonomía. Pero estaba claro que, en virtud de las disposiciones del Pnrr, cuyas innovaciones no pueden contemplar aumentos estructurales en el gasto corriente, la ley comenzaría inicialmente sin fondos adicionales. No obstante, se persiguió su implantación porque los compromisos vinculantes del Pnrr y los tiempos preestablecidos a nivel europeo parecían representar una posibilidad única para reformar -después de esperar al menos 25 años- un sector políticamente muy débil. El razonamiento fue: «bloqueemos el tema de los adultos mayores en el plan nacional de recuperación y resiliencia para estar seguros de que sucederá, y mientras tanto trabajemos para que esto se convierta en una oportunidad para aumentar la atención sobre el tema y, en consecuencia, también la fondos relacionados”. El futuro cercano dirá si esta fue la estrategia correcta.

¿Qué queda aún por hacer?

Cabe destacar que la Ley Habilitante contiene la estructura general de la reforma: la traducción en indicaciones precisas será implementada por el Gobierno en los decretos delegados, a ser promulgados en enero de 2024. Tres objetivos que -considerados en conjunto- pretenden abordar la Temas críticos subyacentes al tema «personas mayores». Se trata de construir un sector del bienestar unitario y específico, para superar la actual fragmentación caótica de las medidas y reconocer la importancia de esta área para la sociedad italiana; definir nuevos modelos de intervención, diseñados a partir de las condiciones de las personas mayores y de las familias y, por tanto, capaces de responder adecuadamente a sus complejas necesidades; aumentar significativamente la financiación pública dedicada, para superar la actual disponibilidad limitada de recursos. Objetivos que son importantes para todo el país, mientras que su importancia varía entre las diversas realidades locales. En consecuencia, para cada una de las intervenciones previstas, el Estado indica solo algunos elementos calificativos y cada territorio toma las medidas necesarias para adaptarse. De esta forma, no se solicitan cambios innecesarios a los contextos que, en todo o en parte, ya cuentan con los requisitos requeridos.

Asistencia domiciliaria y nuevos métodos de apoyo: ¿qué cambia de fondo?

En el ámbito domiciliario, la ley introduce servicios públicos especialmente diseñados para personas mayores no autosuficientes, con una duración adecuada a una condición que puede extenderse por años mientras que hoy en día se prestan mayoritariamente por 2-3 meses. Entonces se prevé un mix de intervenciones, con la posibilidad de beneficiarse de una pluralidad de servicios médico-enfermero-rehabilitadores, apoyo a las actividades fundamentales de la vida cotidiana del anciano y apoyo a los familiares. En cuanto a las prestaciones económicas, la prestación de acompañamiento se transforma en la prestación universal por no autosuficiencia y la posibilidad de percibirla sigue dependiendo de la necesidad de asistencia de las personas mayores con independencia de sus condiciones económicas. Hoy todos los beneficiarios de la indemnización reciben la misma cantidad (527 euros al mes) que representará el nivel mínimo de la prestación. Su importe se irá graduando hacia arriba para los más necesitados de asistencia. Los beneficiarios pueden elegir entre dos opciones: una aportación económica sin restricciones de uso, como ocurre hoy en día con la prestación o la utilización de servicios personales de gestores o cuidadores privados o públicos contratados habitualmente y en este segundo caso se produce un aumento de ‘ cantidad.



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