Desde 2018, Jonna Vernes vive con su familia en Boterveen. Un vecino descubrió en la calle que en la parcela contigua a las casas del pueblo se cultivarían lirios. Después de que el acercamiento con la cultivadora de lirios no funcionó y, según ella, la provincia no quiso imponerlo, los nueve vecinos decidieron acudir a los tribunales.
Cada vez que el cultivador de lirios conducía su rociador sobre los campos de bulbos, Vernes decidía llevar a sus hijos adentro. Ella hizo lo mismo con sus animales en la tierra. Esto ha sido dos veces por semana durante las últimas semanas. “Luego esperábamos que terminara la fumigación, y quedaban unas pocas horas después de eso”, dice ella.
Debido a los antecedentes legales de Vernes, vio una oportunidad en la corte. “Miro con un ojo legal. Puede experimentar molestias, por ejemplo, de perros que ladran o niños pequeños. Pero, ¿cuándo esto va demasiado lejos?”
El juez decidió ayer que los riesgos para la salud de los residentes locales son demasiado grandes. Es por eso que no se pueden rociar productos fitosanitarios en el campo de Boterveen. Por lo tanto, los nueve vecinos de la localidad fueron sancionados en juicio sumario. El veredicto no se celebró. “Pero nos felicitamos mutuamente. El hecho de que tengas que resolver esto con la ley es muy triste. Solo te escucharán cuando haya un veredicto y eso es una pena”.
Meten=Weten y Milieudefensie Westerveld creen que el fallo también puede tener consecuencias para otras situaciones en las que los residentes locales viven cerca de un campo de bulbos. “Eso se debe a la sensación de que no nos tomaron en serio por esto”, dice Alok van Loon de Meten=Weten. Esta organización lleva años haciendo campaña contra el uso de productos fitosanitarios. “Recibimos muchas llamadas, todos quieren saber qué podemos hacer con esto. Es muy valiente que los residentes de Boterveen hayan hecho esto y es de gran importancia”.
Henk Baptist de Milieudefensie sospecha que el fallo sentará un precedente para casos similares. “Espero que más personas apelen a un juez. Los límites de uso deberán indicarse más claramente”.
El cultivador de lirios de Boterveen no quiso responder.