Después de una campaña electoral caracterizada por el cierre forzoso de más de una medida que “capta el consenso”, como el minibono Befana de 100 euros o la reducción de las listas de espera en la asistencia sanitaria, el Gobierno y los partidos de centroderecha ni siquiera tendrán Es el momento de saborear la victoria o de lamernos las heridas por el resultado de las elecciones europeas, y también de las locales, tras el cierre de las urnas.
Desafíos políticos y relaciones de poder
Giorgia Meloni, una vez que haya comprobado si su mayoría ha logrado igualar o superar el resultado de las elecciones de 2022, dirigirá inmediatamente su mirada a las negociaciones para la formación de la nueva Comisión Europea y para la elección del presidente, que podría verse las partes que discuten en Italia sobre posiciones diferentes, sobre el G7 previsto en Apulia entre el 13 y el 15 de junio y sobre la cumbre de la OTAN en julio. Pero la agenda de urgencias y prioridades del ejecutivo y de la mayoría ya está repleta de temas “candentes” que permanecieron en la sombra durante la campaña electoral, como el estado de las finanzas públicas, la definición de la próxima ley presupuestaria, las pensiones, las reformas. y la emisión de decretos leyes. El juego de nominaciones queda entonces en un segundo plano. Todos ellos retos sobre los que también habrá que medir el nuevo equilibrio de poder en el centro-derecha en función del resultado de las urnas, que podrían cambiar el orden de prioridades o, al menos, los métodos de gestión.
Cuentas públicas observadas especiales
La gestión en sí promete ser todo menos sencilla. Empezando por el lado delicado de las finanzas públicas, donde con toda probabilidad el Ejecutivo se enfrentará inmediatamente a un procedimiento de infracción por déficit excesivo que Bruselas debería decidir el 19 de junio. En las últimas semanas, los comisarios europeos Paolo Gentiloni y Valdis Dombrovskis han insinuado que el inicio del procedimiento comenzará para varios países de la UE, incluida Italia. Y el ministro Giancarlo Giorgetti también es consciente de ello. Un resultado positivo en las elecciones europeas y, sobre todo, la posible posibilidad de influir en la creación de la mayoría llamada a designar al presidente de la Comisión, tal vez podrían permitir a Giorgia Meloni tener cierto margen de negociación sobre la corrección de las cuentas y sobre los recursos que se utilizarán para la ley presupuestaria con la que el Palacio Chigi pretende prolongar el recorte, continuar la reforma fiscal y abordar las llamadas “políticas sin cambios”.
La definición de la maniobra parece muy complicada también dada la necesidad de reducir la masa de deuda pública. No faltan señales positivas, como la procedente de los ingresos, que en abril aumentaron entre 4.000 y 5.000 millones de dólares con respecto a las estimaciones del Gobierno. Pero en su último sondeo, Istat confirmó un crecimiento débil para el bienio 2024-25 (1% y 1,1% respectivamente), sustancialmente en línea con lo indicado por el gobierno en el Def de abril, y una inflación en torno al 2%. Antes de lanzar la medida, el ejecutivo también tendrá que abordar el tema de las pensiones, que efectivamente desapareció de la agenda en esta primera parte del año, pero sobre el que la OCDE, el FMI y la propia Contaduría General del Estado han instado al ejecutivo a mantener un recorrido en nombre del rigor y la sostenibilidad. Y un resultado poco brillante de la Liga, que presiona con fuerza el Cuota 41 para afrontar el “después del Cuota 103” a principios de 2025, podría permitir al Mef y también al Palacio Chigi no desviarse de estas coordenadas.
Aglomeración de decretos leyes
El resultado de las elecciones también podría tener repercusiones en el camino hacia otra “prioridad” de la Liga Norte: la autonomía diferenciada. Entre el martes 11 y el miércoles 12 de junio, el texto, que ya recibió la primera luz verde del Senado, deberá ser examinado por la Cámara Montecitorio, donde la oposición está lista para la batalla. Como ocurre con la reanudación del duro debate en el Senado sobre el cargo de primer ministro electivo, que Meloni también defendió durante la campaña electoral. Se espera que el partido se reanude el martes. Pero en el único “mes efectivo” de trabajo antes de las vacaciones de verano, las Cámaras también tendrán que hacer frente al riesgo de que se produzcan obstáculos en los decretos. Seis ya están en la cola: las políticas de cohesión, el personal militar y operaciones de las Fuerzas Armadas, las empresas agrícolas y de interés estratégico, las escuelas, las listas de espera sanitaria y el llamado decreto de vivienda. Ya el 11 de junio debería añadirse un séptimo sobre los reembolsos de los bienes muebles dañados o destruidos por las inundaciones de mayo de 2023 en Emilia Romagna y sobre el paquete para el G7 previsto en Borgo Egnazia. Sin tener en cuenta que ya se está lanzando un octavo decreto legislativo sobre la emergencia de Campi Flegrei.