Desde mayo de 2023, siete jóvenes han presentado denuncia por posibles actos de pinchazo. Luego, los perpetradores ponen drogas, medicamentos o alcohol en su bebida con la intención de agredir, violar o robar a la víctima. “Las chicas se despertaron después de una noche de fiesta en su propia cama o en una cama extraña. Había sangrado vaginal y anal”, dijo ayer Tom Janssens, de la fiscalía.
Los análisis del cabello mostraron que a las mujeres les habían administrado ketamina. Quizás eso fue en una foto que recibieron en un café de Courtrai. Un chupito que sabe a almendra, según la fiscalía.