Era el 12 de marzo de 1972 cuando al final del partido perdido en Cagliari por un penalti muy generoso dado a los sardos, el Niño de Oro se desquitó con el sistema futbolístico: “Está escrito en alguna parte que no podemos llegar a la Juventus”. Fue sancionado por tres meses y medio.
Hace cincuenta años el futbolista más fuerte de Italia tronaba contra el sistema, contra los árbitros, con todo y con todos. El enfado de Gianni Rivera estalló en la tarde del domingo 12 de marzo de 1972 y, más que una tormenta, fue una verdadera tormenta. Con las debidas proporciones, sería como si hoy un Bonucci o un Chiellini, o hace unos años un Totti, un Buffon o un Maldini, si lo sacaran, argumentando su discurso, con el mundo del que ellos mismos forman parte. .