Cuando Frank Borghi y la pandilla de St. Louis hicieron llorar a los británicos

La hazaña de los inmigrantes que con USA vencieron a los campeones del mundo en el Mundial de 1950

Nadie aplaude a Goliat, dijo un día Wilt Chamberlain que se parecía mucho a Goliat: comparados con un gigante todos somos un poco David, está bien. El 99% de los David de esta tierra pierden, por supuesto, de lo contrario la ciencia de las predicciones no tendría sentido. Sin embargo, aquella tarde de 1950 en Belo Horizonte trece mil Davide se lanzan al campo al sonar el pitido final. Todo sobre Frank Borghi, que no entiende y también está agotado porque acaba de lograr una hazaña trascendental. Retrocede unos pasos, le ponen las manos encima. Pero no para vencerlo: lo elevan al cielo y lo llevan en triunfo.



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