Cualquiera que quiera ahorrar debe considerar los costos de oportunidad.

Vicente Kouters

Aquí hay otra herramienta útil para cualquiera que quiera poner sus finanzas en orden: calcular el costo de oportunidad. Este es un concepto económico. También se le llama costo de oportunidad o costo de sacrificio. O, en lenguaje jip-and-janneke: elegir es perder.

Se trata de sacrificar alternativas en cada elección que hacemos. Un ejemplo común es estudiar. Además de los costes del estudio en sí, también pagas (al menos) cuatro años durante los cuales no puedes ganar un salario completo.

A veces vale la pena, porque estudiar teóricamente conduce a un mejor trabajo. Pero ese no es siempre el caso. En términos monetarios, esto significa que cada euro gastado o invertido no puede utilizarse para otra cosa que podría haber producido más.

Puedes utilizarlo para ser más consciente de tus gastos y así reducirlos. En ese caso, calculas el interés o rentabilidad que pierdes porque no has ahorrado ni invertido el dinero que gastaste. Entonces resulta que decisiones aparentemente simples en la vida pueden tener un gran impacto a largo plazo.

Supongamos que quieres tomar una taza de café de lujo en el centro de Ámsterdam por 6 euros. También puedes decidir no hacerlo e invertir los 6 euros.

Calculando con una rentabilidad anual histórica del 7 por ciento, esos 6 euros se han convertido al cabo de diez años en 11,80 euros. Y después de veinte años: 23,22 euros. Esa sí que es una taza de café cara. ¿No suena bastante impresionante? Dejar cada día laborable un contenedor de oro marrón por valor de 6 euros te hará ganar 22.560 euros en diez años.

Con cada ahorro podrás incluir la rentabilidad perdida en tu cálculo del beneficio, para que resulte más atractivo no gastar tu dinero. Cada ahorro mensual de 1 euro te permitirá ganar 171 euros extra después de diez años. Entonces un total de 172 euros. En otras palabras: para calcular qué ahorro mensual obtendrás en diez años, multiplica por 172.

Debes multiplicar un ahorro semanal por 752. Esto es mucho más fácil de calcular que con el 7 por ciento. (Por cierto, si no desea invertir su dinero sino simplemente guardarlo de forma segura en una cuenta de ahorros con un interés del 2 por ciento, puede multiplicar sus ahorros mensuales por 132).

Inténtalo tú mismo. Verá que esto produce cantidades asombrosas de dinero. Si inviertes un ahorro de 25 euros en tus compras semanales, obtendrás 25 x 752 = 18.800 euros en diez años. Salir a comer menos una vez al mes a 100 euros te da 100 x 172 = 17.200 euros al cabo de diez años. No hay que despreciarlo, ¿verdad?

Puedes apostar que ahorrarás en gastos recurrentes si consideras los costos de oportunidad. Este truco funcionó de maravilla para mí. ¿Y si esa taza de café diaria te hace muy feliz y prefieres no ahorrar en ella? Está bien, siempre y cuando sepas cuánto te costará.



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