Cualquiera que gane más debería recibir menos del fondo de seguro médico: CM quiere pensar en la asequibilidad de la atención médica

Existe una relación lineal entre los ingresos de una persona y su salud, muestra el estudio de CM Desigualdad en salud. Según los datos de los 4,5 millones de miembros del fondo de seguro de salud, 20.000 barrios del país se dividieron en diez categorías según el ingreso medio.

Muestra que los residentes de los vecindarios con los ingresos medios más bajos tienen un 80 por ciento (o 1,8 veces) más probabilidades de morir dentro del año que los residentes de los vecindarios más ricos. Las personas de los barrios más pobres también tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes (+51 por ciento) u otras afecciones crónicas. El riesgo de quedar discapacitado es incluso un 150 por ciento mayor.

“Los resultados de esta investigación son alarmantes”, dice Luc Van Gorp, presidente de CM. “No somos iguales cuando se trata de muerte y (mala) salud, no usamos la atención médica de la misma manera. Y esto es invariablemente a expensas de los grupos de población pobres”, concluye el informe.

Cuanto menores son tus ingresos, menos pagas

Por lo tanto, Van Gorp quiere abrir el debate sobre la asequibilidad de la atención médica. “¿Debería la política de salud en nuestro país estar más relacionada con los ingresos de los pacientes, sabiendo que la necesidad de atención depende del nivel de ingresos? Tenemos que tener ese debate, con este estudio en la mano”.

Aquellos que ganan más podrán y tendrán que pagar más por la atención médica. “Y cuanto más pequeños son tus ingresos, menos tienes que pagarte a ti mismo. Y eso poco a poco”, explica Van Gorp. La mañana en Radio 1. “Este es un llamado a todos los partidos políticos: ¿nuestra seguridad social es nuestra obra maestra y queremos seguir invirtiendo en ella? ¿O vamos a poner muy pocos recursos en él para que todos nos metamos en problemas?

Para abordar esta desigualdad en salud, CM quiere que el gobierno federal elabore una metodología basada en objetivos medibles. “La salud debe verse de manera muy amplia y no limitarse a un área de competencia. El impacto en la salud debe ser determinante en cualquier política en cualquier área de competencia”.

Según el estudio, también hay diferencias en la atención de salud mental y preventiva. Por ejemplo, el riesgo de usar antidepresivos en los barrios más pobres es 26 por ciento mayor que en los barrios más ricos y el riesgo de hospitalización psiquiátrica es 2,8 veces mayor en los barrios más pobres.

Además, los residentes de los barrios más pobres tienen más probabilidades de posponer la atención preventiva: tienen un 70 por ciento más de probabilidades de no tener contacto con un dentista durante tres años seguidos y un 39 por ciento más de probabilidades de terminar en el departamento de emergencias.



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