Cuadro Inter, Lukaku: cada vez más minutos para llenar ante el Napoli

El atacante no podrá acudir a Sevilla a entrenarse, luego un medio en el ensayo ante el Reggina y en el 60′ con el Sassuolo. Entonces estará en la cima el 4 de enero.

Romelu Lukaku lleva 110 días sin ser titular en un partido oficial. Serán 131 cuando llegue el 4 de enero, con su corolario de zozobra y tensión, cuando toda Italia mire hacia San Siro: ante el Napoli, el Inter se jugará las últimas chances del Scudetto. Solo hay un resultado posible para intentar volver a creer en la remontada, por lo que Lukaku quiere llegar a la cita con la reanudación del campeonato al cien por cien en condiciones. Si entonces es suficiente para garantizar una presencia de noventa minutos en el terreno de juego, se entenderá en el camino y quizás también dependerá de cómo transcurra el partido. Pero el objetivo principal ahora es llegar a lo más alto, por eso Romelu y Simone Inzaghi -junto con todo el cuerpo técnico- han trazado una hoja de ruta para mejorar la condición semana tras semana. Ahora el belga trabaja plenamente con el grupo y luego se queda en el campo para un trabajo atlético adicional. La recuperación avanza rápidamente, pero siempre es mejor no forzar los tiempos.

El sábado el Inter volverá a pisar el césped de Sevilla para desafiar al Betis en un nuevo test internacional. La presencia de Romelu es aún incierta, y no por problemas físicos ni por decisiones de precaución. La idea alternativa es dejarlo todavía en Appiano Gentile para trabajar, poner gasolina en sus piernas, mejorar su condición aeróbica y resistencia a la velocidad para evitar tener otros problemas en el futuro. Lo decidiremos mañana, pero si optamos por llevarlo a España, Romelu jugará como máximo la mitad. La situación, para ser claros, es similar a la vivida a finales de octubre por el partido fuera de casa en Florencia, cuando Lukaku se recuperaba de una lesión en un flexor: en ese momento, Inzaghi optó por dejarlo en Milán para una doble sesión extra de trabajar, en lugar de tenerlo disponible desde el banquillo, con no más de 30′ en las piernas para poder ayudar al equipo. Romelu ahora está mucho mejor que entonces y por eso -quizás- parece más adecuado seguir con trabajo específico y apuntar a encontrar el campo de nuevo en los próximos amistosos.

De hecho, el Inter tiene programados dos partidos más antes de que finalice el año: el próximo jueves, en Reggio Calabria, tendrá lugar el derbi de la familia Inzaghi: Pippo recibirá a Simone, una forma diferente de desearse una Feliz Navidad. Y el regalo para el técnico nerazzurro será volver a ver su número 90 para liderar el ataque de su Inter. Si antes de Navidad Romelu consigue garantizar al menos 45′ a alta intensidad, entonces el día 29 en Sassuolo podríamos intentar aumentar el tiempo de juego: al menos una hora, si no 75 minutos. Sin embargo, el punto de partida ya es bueno y nos permite pensar en el futuro con optimismo. Cierto, Lukaku no logró dejar su huella en la Copa del Mundo como soñaba, pero su condición física era la que era y aun así Romelu hizo medio milagro para estar disponible para su selección. A pesar de su mala forma, fue el jugador más peligroso de Bélgica en el decisivo contra Croacia. Donde pesaron sus errores, pero al menos llegó a la conclusión y a un paso de la meta.

Lukaku es un jugador hecho a medida que debe manejarse con cuidado, pero siempre debe esforzarse al máximo para garantizar el mejor rendimiento del jugador. Básicamente, con su físico, Romelu siempre necesitaría jugar 90 ‘para mantener constantemente una condición óptima. Tiene unas ganas locas de jugar, de recuperar al Inter y su papel de líder. El equipo necesita sus goles y su fuerza física para creer en la remontada y seguir cultivando las ambiciones del Scudetto. Romelu volvió al Inter para ganar y seguir sintiéndose rey. Ahora está listo para funcionar de nuevo. Y para mostrar el camino.



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