Cuaderno, apuntes e ideas que nunca paran: así trabaja Newey. Y Red Bull vuela

El director técnico de los campeones del mundo recorre los pits y anota todo: lo observamos en acción durante las sesiones en Miami, esto es lo que notamos

paolo filisetti

– miami (florida, estados unidos)

adrian newey, el muy cortejado y leal (hasta que se demuestre lo contrario) director técnico de Red Bull, representa un activo innegable para el equipo de Milton Keynes. De hecho, no es ningún secreto que la competitividad actual del RB19 radica en su capacidad para comprender antes que sus competidores qué áreas del monoplaza y qué dirección de desarrollo son más decisivas para maximizar el rendimiento del automóvil. Sin duda es una habilidad refinada con el tiempo, gracias a la larguísima experiencia adquirida en la pista, pero también ligada a una innegable dosis de intuición, y un perfecto conocimiento no sólo de la aerodinámica, sino en general de toda la física que incide en el rendimiento de un monoplaza.

en su hábitat

Verlo trabajar, en su hábitat, es definitivamente un privilegio, lo que nos permite analizar de cerca el enfoque que adopta este brillante ingeniero. Aquí en Miami, durante la segunda sesión de entrenamientos libres, Newey estuvo muy activo en el pit lane, pasando varias veces desde la pared de boxes hasta el garaje donde se paró frente al RB19 observando el auto y tomando notas en un cuaderno. Una imagen que nos parece correcta para definir en particular, ya que evidentemente su papel no es el de ingeniero de pista, ni las notas tomadas pueden referirse a datos, ni a números vinculados a los ajustes que se le hicieron al monoplaza. De hecho, más que nada, parecía como si observándola en puntos muy concretos estuviera sacando indicaciones sobre unas modificaciones a idear, diríamos que a planificar, por tanto no ligadas a la estrictamente tópica del momento, sino ella había visto algo que tal vez debería mejorarse/cambiarse en un futuro cercano en su criatura.

enfoque particular

Lo que notamos en el pit lane de Miami es un enfoque muy particular, que de hecho enfatiza cómo también se puede basar uno de los secretos de este genial diseñador, y por tanto cascada, de la competitividad de este coche y el anterior. en la percepción constante y muy intuitiva (además de los datos recogidos y procesados ​​por los ordenadores), de lo que hay que mejorar para acercarse cada vez más a esa perfección. Inalcanzable para cualquier ingeniero, ni siquiera para Adrian Newey, quien aún logra acercarla.





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