las ganancias
“Vengo de una familia normal, muy normal. Y todo lo que tengo, lo hice yo mismo”, le dijo a Il Foglio. Su lema es el de una de sus santas tías abuelas: «Corazón a Dios y manos al trabajo». La profesión y los encargos le han garantizado unos ingresos considerables: entre 2018 y 2021 su base imponible media fue de 2,5 millones de euros con el pico en 2019 cuando su declaración alcanzó los 3,36 millones de euros.
El papel en Mediobanca
Rosselló es desde hace mucho tiempo representante del pacto de Mediobanca en las asambleas del instituto y ha formado parte del consejo de administración de Spafid, la sociedad fiduciaria de Mediobanca. Cargo asignado en el pasado a Ariberto Mignoli, su mentor (“Sigo sus pasos pero a mi manera”) y abogado de confianza de Enrico Cuccia, fallecido en 2003. Contribuyó a todas las principales reformas empresariales (nacimiento de Consob, Draghi law, Opa) y en 1993 entre los cinco ensayos del comité Draghi sobre privatizaciones.
El papello de Mediobanca-Ligresti
En 2012, precisamente por su papel en Mediobanca, aparece (no investigado) en la investigación del llamado “papello”, es decir, el supuesto acuerdo entre Mediobanca y la familia Ligresti ante la salida de esta última de la gestión de sus empresas, el grupo asegurador Premafin-Fonsai y la fusión para crear UnipolSai. Según la acusación de la fiscalía, la negociación” entre Mediobanca y la “familia Ligresti” pretendía obtener una generosa indemnización, que incluía 45 millones de euros y una larga lista de beneficios, para el constructor siciliano y sus tres hijos, Paolo, Jonella y Giulia, a cambio de su despedida de la dirección del grupo.
Una negociación que -como se desprende del aviso de conclusión de la investigación- habría concluido con un “acuerdo” que fue “mantenido oculto” y guardado en caja fuerte, del organismo de vigilancia del mercado, Consob. El llamado “papello”, en particular, habría sido entregado al abogado Rosselló. La acusación contra Alberto Nagel, director gerente de Piazzetta Cuccia, y Salvatore Ligresti impugnada por la Fiscalía de Milán fue un obstáculo para la actividad de supervisión de Consob. En 2015 la investigación finaliza con un archivo.