Crisis demográfica, Italia perderá 6,8 millones de trabajadores en 20 años


Los puntos clave

  • Italia envejece y en 2042 tendrá 6,8 millones menos de personas en edad laboral
  • El aumento de 4 años en la edad promedio pondrá en riesgo el sistema de seguridad social
  • Secretario Cgil Scacchetti: “Revisar las políticas de entradas y salidas”

Una Italia cada vez más envejecida perderá su fuerza de trabajo: – 6,8 millones de personas en edad de trabajar (entre 15 y 64 años) en 20 años. Está en juego el crecimiento del país, que tendrá que lidiar con un sistema de pensiones y bienestar que ya no es sostenible. Al contrario, de hecho, la población sin edad para trabajar aumentará: +3,8 millones de personas concentradas en los menores de 15 años y, sobre todo, en los mayores de 64 años en 2042. Con la edad media subiendo a los cuatro años y la natalidad a mínimos históricos: en 2021 hubo menos de 400 mil recién nacidos, un récord negativo en la historia de Italia.

Las estimaciones de la Fundación Di Vittorio de la CGIL no dejan lugar a dudas: el envejecimiento del país -condición que se ha agravado con la pandemia- tendrá un marcado impacto en el mercado laboral. «La indudable crisis demográfica italiana tendrá un impacto en la cantidad de la oferta de trabajo y en la composición del registro de los ocupados con repercusiones en la productividad, la asistencia y la seguridad social. Una Italia privada de la energía de las generaciones más jóvenes sufrirá un déficit de crecimiento a medio y largo plazo”, dicen los investigadores Beppe De Sario y Nicolò Giangrande.

De ahí la necesidad de una serie de intervenciones inmediatas “sobre condiciones de trabajo, precariedad, salarios y jornadas laborales” y “cambiar las políticas migratorias entrantes y salientes, tanto numéricamente como desde el punto de vista de los derechos de las personas”.

Tania Scacchetti, secretaria confederal de la CGIL, destaca la importancia de la gestión de los flujos migratorios: “A los jóvenes que emigran no por elección, en su mayoría capacitados y competentes -subraya- se les debe ofrecer las perspectivas de un trabajo digno y de calidad que responda a sus competencias, un salario adecuado, un sistema de bienestar que los proteja y apoye”. Por otro lado, “es necesario revisar las políticas migratorias, construir canales de entrada para la búsqueda regular y estable de empleo, atraer e invertir en políticas migratorias como factor de reequilibrio y respuesta estructural a los cambios demográficos”, concluye Scacchetti.



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