La percepción de los italianos sobre el conflicto en Ucrania cambia. Más de cien días después del ataque del ejército ruso. De hecho, si por un lado todavía esperan repercusiones en la economía nacional de la guerra que se libra en esa zona, por otro lado este sentimiento es menos sentido que la percepción registrada al inicio de las operaciones militares. Los italianos temen sobre todo dos cosas: la explosión de la inflación y la reducción del suministro de gas. Una preocupación que se manifiesta en la intención de ahorrar reduciendo el consumo, así como en el miedo a perder poder adquisitivo y ver devaluados los ahorros. En resumen, la fiebre de los precios está orientando cada vez más el comportamiento del consumidor.
La encuesta
Esboza este escenario el informe “FragilItalia”, elaborado por Area Studi Legacoop e Ipsos, a partir de los resultados de una encuesta realizada a una muestra representativa de la población -se consultó a 800 personas de 18 a 65 años- para comprobar la evolución de la percepción de los efectos del conflicto en Ucrania en la economía italiana.
Efectos de la guerra en la economía, cambios de percepción.
Casi todos los italianos (95%) esperan repercusiones del conflicto en Ucrania en nuestra economía, pero con una percepción diferente en comparación con finales de febrero, al comienzo de la guerra. De hecho, el porcentaje (48%) de los que esperan efectos limitados aumenta en 6 puntos, mientras que el porcentaje de los que temen consecuencias muy graves disminuye en el mismo valor (47%; pero 52% en la clase trabajadora).
que da miedo
A la cabeza de las preocupaciones está el aumento generalizado de precios (68%, 2 puntos más que en febrero). En concreto, se teme por la subida de los precios de la pasta, el pan y la harina (ambos al 42%, con 6 puntos más). Por otro lado, la preocupación por la reducción del suministro de gas se redujo en 17 puntos hasta el 39%.
La opción de ahorrar
Ante la situación actual y las incertidumbres sobre la evolución futura, el 39% de los italianos (2 puntos porcentuales más que en febrero) piensa en ahorrar reduciendo el consumo; el 38% (6 puntos más) cree que perderá parte de su poder adquisitivo (valor que en la clase media-baja es del 41%, 13 puntos más); El 32% (hasta 4 puntos) teme que sus ahorros pierdan valor. Esta última cifra es especialmente evidente en la clase media, donde crece 10 puntos respecto a febrero, hasta el 35%.