Cómo cambia el crimen
“Dejando de lado 2020, que no puede considerarse significativo para evaluar la tendencia delictiva, la disminución gradual de los delitos en curso desde 2013 también se confirma en 2022”, dice el Prefecto Vittorio Rizzi, Director General Adjunto del Departamento de Seguridad Pública. Baste decir que los homicidios voluntarios cayeron a 304 en 2021, una décima parte de los más de 3 mil registrados a principios de la década de 1990.
La evolución de la tecnología y las infraestructuras, por ejemplo las de los servicios bancarios, ha cambiado entonces las formas de delincuencia. «Los robos a bancos casi han desaparecido -comenta Rizzi-, pero los delitos online van en aumento. La realidad virtual, en la práctica, se ha vuelto más dinámica que la real. Si antes poníamos las rejas en las ventanas contra robos en el hogar, hoy cambiamos el router de casa para evitar intrusiones».
Delitos contra la tendencia
Algunos tipos de delitos, de hecho, van en contra de la tendencia: se vuelven más frecuentes, vuelven a los niveles de 2019, en algunos casos superándolos. En primer lugar, los delitos online se duplican (ciberdelitos + 100 %, con una media de 84 delitos denunciados por día en la primera mitad del año) y las estafas cibernéticas, a pesar de una primera señal de descenso en 2022, aumentan un 18 % en 2019.
Además, el auge digital, alimentado durante la pandemia por la educación a distancia y el trabajo inteligente, ha empujado los ataques Secuestro de datos en Italia, que se clasifican dentro de la extorsión (+23% en el primer semestre de 2022 en comparación con el mismo período de 2019). “Para empresas u hospitales, cada vez son más frecuentes los ataques que paralizan el negocio, a cambio de dinero”, explica el subdirector general del departamento de Seguridad Pública.
Las denuncias de violencia sexual también siguen creciendo: 2.798 episodios en el primer semestre, frente a las 2.254 denunciadas en 2019 (+24%), con un incremento del 14% también en las contra menores de 14 años. “La tendencia refleja la propensión de las mujeres a denunciar, que ha crecido gracias a una mayor sensibilidad social hacia este tipo de violencia. También contribuyó la aprobación del Código Rojo y la ampliación normativa de las conductas que configuran este tipo de delitos, algunos por ejemplo en otros países son tipificados como actos de lujuria».