Los costos para las empresas
Para darse cuenta de lo difícil que es la situación, basta con fijarse en algunos ejemplos referidos al segundo trimestre de este año (abril-junio), y por tanto anteriores a las últimas subidas de factura ya las últimas intervenciones regulatorias.
Tomemos el caso real de una empresa que produce bienes y materiales para la construcción, con un solo contador y una potencia disponible de 98 kW (ver ejemplos en página). Si en el primer trimestre de 2019 había pagado una media de 0,08 € el kWh de luz, en los tres primeros meses de este año vio crecer la factura hasta los 0,33 € el kWh. El aumento supera con creces el umbral mínimo para acceder a la crédito fiscalque en relación al segundo trimestre vale aproximadamente 3.350 euros.
El problema es que -en el mismo periodo- el gasto por el componente energético rondó los 22.330 euros, con un incremento de 16.780 euros respecto a los niveles de 2019. F24 – impuestos, retenciones y contribuciones – la constructora de nuestro ejemplo aún tiene que afrontar mayores costes por unos 13.400 euros en el trimestre.
Octubre, noviembre y más allá
En el tercer trimestre (julio-septiembre) para las empresas no intensivas en energía con medidores iguales o superiores a 16,5 kW -como el del ejemplo- el crédito fiscal se mantuvo en el 15 por ciento. Pero ha habido un aumento adicional en los costos, con el Pun promedio casi duplicándose. Por lo tanto, con el mismo consumo, el mayor costo de la energía eléctrica que les queda a las empresas, neto de la bonificación, aumenta en valor absoluto.
Sin embargo, para los meses de octubre y noviembre, el crédito fiscal se duplica al 30 por ciento. Sin duda una ayuda positiva, que sin embargo no detiene la imposible persecución de las subidas de precios.