“La corrupción altera la vida de las personas y ataca los derechos de todos, corroe los cimientos de la sociedad, socava el Estado de derecho y altera los mercados. Luchar contra esta plaga – que afecta a todos los continentes – es un deber de las instituciones y, al mismo tiempo, un compromiso ético y civil de las fuerzas sociales, de las comunidades y de los ciudadanos”. Así lo afirma el Presidente de la República, Sergio Mattarellacon motivo del Día Internacional contra la Corrupción, “proclamado por las Naciones Unidas”, que, recuerda el Jefe de Estado, “se celebra en el vigésimo aniversario de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que ha dado un carácter universal a esta batalla de civilización y progreso, proporcionando nuevas herramientas jurídicas a los países, fortaleciendo la colaboración entre los poderes judiciales y policiales, apoyando medidas comunes de prevención”.
“Es una oportunidad importante para relanzar el valor de luchar contra el crimen y afirmar la legalidad. La escuela, la cultura y el espíritu cívico pueden hacer mucho. La legalidad y la honestidad son condiciones esenciales para un crecimiento justo y sostenible. Por otro lado, la corrupción, los flujos de dinero ilícitos y la evasión fiscal restan enormes recursos a la sociedad en todos sus aspectos. Paz, justicia e instituciones fuertes – concluye Mattarella – son objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Objetivos globales que afectan al futuro mismo del Planeta y a su sostenibilidad. Cada uno está llamado a hacer su parte”.