(En el informe del 5 de septiembre se corrigió la referencia temporal en la penúltima frase del último párrafo: en los próximos años rpt en los próximos años. La afirmación en la rueda de prensa fue corregida por el ayuntamiento.)
GERA (dpa-AFX) – Los alcaldes de las ciudades de Alemania del Este ven el Deutschlandticket a partir de 2024 antes de que finalice. La razón son los enormes costes adicionales que supondrá el transporte público en los próximos años, por los que el gobierno federal hasta ahora se ha negado a compensar económicamente, afirmó el martes el alcalde de Leipzig, Burkhard Jung (SPD). Sólo en su ciudad, la necesidad de subsidios, por ejemplo para salarios, vehículos e infraestructuras, se duplicará en 2030 con respecto al nivel actual de alrededor de 100 millones de euros. Las ciudades también están presionando para lograr cambios financieros en el alojamiento y el cuidado de los refugiados. Jung: “Por fin necesitamos un sistema de financiación permanente que se adapte dinámicamente al número de refugiados y nos proporcione seguridad en la planificación”.
En vista de los recursos financieros actuales y de las tareas cada vez nuevas, los alcaldes ven que sus ciudades se quedan aún más atrás en materia de inversiones. Se refirieron a estudios que sitúan este retraso y la necesidad de inversiones, por ejemplo para el mantenimiento y la ampliación de vías férreas y carreteras, en varios cientos de miles de millones de euros en los próximos años.
La proporción de inversiones en el presupuesto municipal total es desde hace mucho poco más del 10 por ciento, explicó Jung después de la reunión con sus homólogos de Alemania del Este en Gera. Además, habría nuevas tareas futuras como la recuperación de la calefacción y el transporte, la digitalización y el cambio hacia la neutralidad climática. Las tareas aumentan, por lo que se necesita dinero adicional. “Para esto necesitamos más apoyo del gobierno federal”, advirtió el vicepresidente de la Asociación Alemana de Ciudades.
Los alcaldes pidieron una “actualización” de la distribución financiera entre los gobiernos federal, estatal y local. Jung sugirió que la forma más sencilla sería aumentar la participación de las ciudades en los impuestos comunitarios, como el impuesto sobre las ventas. Según el Ministerio Federal de Finanzas, esto representa el 2,2 por ciento y el año pasado invirtió 8.100 millones de euros en las arcas de los municipios. Según el ministerio, después del impuesto comercial, la parte municipal del impuesto sobre la renta y el impuesto a la propiedad, estos ingresos del impuesto sobre las ventas, con una proporción de alrededor del 6,1 por ciento, son el cuarto pilar importante de los ingresos fiscales municipales.
Según las ideas de las ciudades, su parte del impuesto sobre las ventas debería aumentarse hasta un 5 por ciento. También plantearon un fondo especial que se utilizaría para financiar los costos a largo plazo de la adaptación climática. Los gobiernos federal y estatal deben finalmente reconocer las necesidades financieras adicionales de las ciudades, advirtió Jung. Aquí es necesario un cambio de dirección. Como resultado de la Ley de Oportunidades de Crecimiento para impulsar la economía, los municipios perdieron más de 7 mil millones de euros en ingresos fiscales en los próximos años. Teniendo en cuenta sus elevadas necesidades de inversión, esto es “desastroso”./hum/DP/mis