Corea del Sur quiere seguir invirtiendo en China


Por supuesto, Corea del Sur quiere que sus empresas puedan mantener sus instalaciones en China. Sus empresas insignia, como SK Hynix y Samsung Electronics, han invertido masivamente en el Reino Medio y tienen ambiciones en el territorio. Ambiciones que podrían oponerse muy directamente a las sanciones estadounidenses sobre semiconductores adoptadas por Washington en el otoño de 2022.

Las sanciones de Estados Unidos, Japón y Holanda se alinean

La alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos es histórica. Desde la Guerra de Corea, Washington ha sido un apoyo indefectible para Seúl frente a Corea del Norte, con el que el país sigue oficialmente en guerra. Nuevamente a fines de febrero, los dos aliados realizaron un ejercicio conjunto simulando un conflicto nuclear provocado por el agitado vecino. Cuando la administración Biden decide por tanto sancionar a China, en un tenso contexto diplomático, espera que le sigan hacia el sur de la península.

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En octubre de 2022, la Administración Biden decidió endurecer significativamente las sanciones contra el Reino Medio. Ahora impide que una buena parte de las empresas chinas importen componentes electrónicos de alto rendimiento, así como los equipos utilizados para producirlos. Una verdadera dificultad para China, que tendrá que valerse por sí misma a nivel tecnológico, en un área en la que va rezagada. Para las empresas estadounidenses, también es un golpe, ya que están perdiendo un mercado lucrativo.

Para asegurar la efectividad de estas sanciones y no penalizar demasiado a sus propias empresas, Estados Unidos negoció con sus aliados para que hicieran lo mismo. Japón y Holanda, que cuentan con empresas estratégicas en el sector de los semiconductores, acabaron aceptando el principio de seguir a la primera potencia mundial.

Corea del Sur, presente en China, teme por su industria tecnológica

Corea del Sur está atrapada entre China y Estados Unidos. Este último dio a las empresas surcoreanas un aplazamiento de un año para ajustarse a los controles de exportación que establecieron. En octubre de 2023, se espera que finalice este indulto. Sin una extensión de licencia, es difícil saber cómo Samsung Electronics y SK Hynix continuarían produciendo sus componentes electrónicos en China. Ambos dependen de China como mercado clave y sitio de fabricación para sus chips de memoria.

En la cuarta mitad de 2022, Samsung vio caer sus ganancias de semiconductores en un 69%. En cuestión, la guerra en Ucrania que ha hecho subir los precios y los tipos de interés. Al perder sus inversiones e infraestructura en China, la firma surcoreana podría ver que esta cifra siga cayendo en picado. Esto no ayudaría ni a la compañía ni a Seúl, que quiere confiar en Samsung para recuperarse en este sector clave.

De acuerdo a Bloomberg, el 27 de febrero, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur mantuvieron animadas discusiones sobre este tema, pero también sobre otros temas relacionados con tecnologías avanzadas. Washington pide a sus socios que se alineen con las sanciones tomadas contra China. Seúl, por su parte, quiere que algunas de sus empresas, en este caso Samsung y SK Henix, puedan conservar la posibilidad de invertir en China, importar sus chips fabricados en el Reino Medio y exportar equipos que permitan su fabricación. Por ahora, el statu quo está en orden.



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