De manera lúdica, las bandas negras y amarillas de Guirassy parecían ser la receta del éxito. En el minuto 65 fue Bensebaini quien metió el balón en la cabeza. Grabara dirigió el balón por encima de la portería. Brand tuvo la siguiente oportunidad con un disparo lejano en el minuto 72, pero pasó apenas por encima de la portería.
En general, el juego siguió siendo un fútbol magro, especialmente en el lado del Wolfsburgo. Ambos equipos parecían temerosos de cometer un error crucial. La siguiente oportunidad llegó en el minuto 86, cuando Jonas Wind tuvo el mejor final del Wolfsburgo en la segunda mitad con una doble oportunidad, pero finalmente apuntó demasiado alto. En la fase final, el Wolfsburgo volvió a empezar y consiguió otro disparo lejano a través de Tiago Tomas, pero el balón salió desviado de la portería. Luego pasó a la prórroga.
Después de tres minutos, Tomas tuvo una gran oportunidad para los Wolves. Pero su disparo se estrelló en el travesaño. Era la única gran oportunidad hasta el descanso. En la segunda parte ya parecía una tanda de penaltis cuando el viento tomó la decisión tardía.