Sin embargo, si el FC fracasa en casa ante el Kiel y posteriormente Struber queda libre, esto también repercutirá en Christian Keller. Los gritos de los aficionados “salgan del sótano” se oyeron claramente en el estadio el fin de semana. Según “Express”, el director deportivo del Colonia incluso se ofreció a dimitir el lunes. Un rumor que la cadena de televisión de pago Sky desmintió.
El caso es que Keller es uno de los principales responsables del descenso del club. Sus radicales medidas de austeridad y su política de transferencias ya habían sido criticadas muchas veces en el pasado, a pesar de la actual prohibición de transferencias en Colonia (lea más sobre esto aquí). Además, Keller se equivocó al elegir en primavera a Timo Schultz como entrenador, y ahora aparentemente también a Struber. Si el entrenador volara ahora, probablemente ya no se podría retener a Keller.
El hecho de que Keller siga en el cargo se debe principalmente a los comités de dirección y, por tanto, también a la junta directiva en torno a Werner Wolf. La petición de dimisión de Keller, que en realidad se produjo en verano, fue rechazada por los responsables de la toma de decisiones. Sin embargo, el Presidente Wolf, que también había pensado en dimitir, subrayó: “Estoy profundamente convencido de que es correcto e importante mantener la continuidad y arreglar las cosas de nuevo”. El resultado: Keller se quedó, pero el regreso del éxito no se materializó en Colonia.
Esto somete a la junta directiva a una enorme presión. Mantener a Keller en el cargo a pesar de que estaba listo para irse podría costarle caro a Wolf and Co. La junta directiva tendría que admitir un grave error y, por tanto, probablemente perdería aún más crédito ante sus propios aficionados.
Porque la directiva de Colonia ya está contada. En septiembre, los miembros del club se negaron a conceder a la junta directiva el despido que de otro modo sería obligatorio. Por tanto, Wolf y sus colegas son responsables del ejercicio 2023/24. Una clara moción de censura a la directiva, iniciada por el consejo de socios del club. Por lo tanto, parece básicamente impensable que Keller y el resto de la junta directiva sean nominados para sus puestos de liderazgo en las elecciones de dentro de un año.
Entrenador, director general, directiva: todo el club está bajo la lupa. El big bang ya es inminente tras el partido contra Kiel. En caso de quiebra, el futuro del tres veces campeón alemán es más incierto que desde hace mucho tiempo.