Copa del Mundo, Jacobs está ahí: "Todo está bajo control. yo juego mis cartas"

Mañana Marcell vuelve a los 100 metros para acceder a semifinales. El campeón olímpico de Tokio llegó cargado a Eugene. Entrenador Camossi: «Los demás deben tenerle miedo»

por nuestro corresponsal Andrea Buongiovanni

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14 de julio
– Eugene (Estados Unidos)

Primero la vuelta al aeropuerto del coche -casi un camión, dado su tamaño- alquilado a su llegada a Portland (procedente de Estocolmo), hace una docena de días. Luego, se despidió de la sede de Nike y de la pista de hadas en los bosques de Beaverton, sede de los entrenamientos que le permitieron volver a poner el motor en marcha, el traslado al sur, hacia Eugene, hacia Tracktown, con un vehículo con chofer hecho disponible. . Luego, tras el acostumbrado tampón anti-Covid, la entrada al campus de la Universidad de Oregón y sus dormitorios que, en la Copa del Mundo, también acogen a la delegación italiana. Finalmente, tras la rueda de prensa oficial de Fidal a primera hora de la tarde, descanso. Solo mucho descanso. A última hora de la tarde, pues, la esperada llegada desde Roma de Nicole, la futura novia. Así transcurrió la pretemporada de Marcell Jacobs. Hoy los azules, como ya en los Juegos Olímpicos de Tokio, se perderán el «test-starter», prueba de salidas desde los tacos de salida al mando de la pistola operada por los oficiales de carrera: Italia quedó sorteada en un turno de madrugada, lo que hace no se adapta a los hábitos de la zona de Garda. Mejor, por la tarde, un último remate individual. El menú, como es tradición, incluirá algunos inicios y algunas extensiones. Mañana, a partir de las 18.50 (3.50 del sábado en Italia), junto a Chituru Ali de Como, también estará en las eliminatorias de 100. Y cómo, si habrá. Pese a todo, pretende vender cara su piel.

Las palabras

Primer objetivo, el acceso a las semifinales que, el sábado, precederán en menos de dos horas a la final. “Si estoy aquí -dice- es porque todo está bajo control y el feedback de los últimos días, tanto físico como técnico, ha sido positivo. La lesión de Estocolmo se fue eliminando poco a poco, aunque todavía me limita por momentos, como si estuviera corriendo con el freno de mano puesto. Más que músculo, está en la espalda, herencia de un malestar que tengo desde niño. Afortunadamente, se hace sentir más lejos de la pista que en la pista. Quiero jugar mis cartas como los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo Indoor, con la determinación necesaria para lograr el mejor resultado posible. No me arrepiento, haría todo lo que hice y presentarme como campeón olímpico es un honor. No pensaré en Kerley, los otros oponentes, las clasificaciones, la contrarreloj: solo en mí. Y vaya como vaya, estoy feliz de haber vivido con alegría las dos semanas que me han traído hasta aquí: he visto la parte bonita de Estados Unidos”.

Nacido en USA

“Marcell está bien – confirma el entrenador Paolo Camossi – y está sereno: este período también fue importante psicológicamente. La cercanía del fisioterapeuta Alberto Marcellini y, en los últimos días, del quiropráctico Renaud Dejean, que siempre ha formado parte del equipo, ha sido de gran utilidad. Después de haber respirado el aire de Estados Unidos, el país que lo vio nacer, de haber visto cómo se trabaja por estos lares, sin quitarle nada a Italia que en cierto modo ofrece posibilidades únicas, reiteró que en el futuro podemos participar de la temporada solo en ultramar». Sin embargo, queda por descubrir la condición real, especialmente en relación con la celebración de los tres turnos cerrados. “La intención -dice Camossi- es afrontar el primero con calma, haciendo lo mínimo necesario para superarlo, sin derrochar energías innecesarias. Lo importante para Marcell será correr suelto, relajado y fluido, como él sabe hacer. Luego haremos un balance de la situación. Si tiene alguna duda, no será fácil. Por el contrario, si se siente lo mejor posible, sabrá cómo preocupar a todos. Si llega a la final, no me gustaría estar en la piel de los otros siete. Su sola presencia daría miedo, porque en los dos últimos años, entre Torun, Tokio y Belgrado, ha demostrado que cuando cuenta sabe dar el 110%. Quizás el único que seguiría pensando en sí mismo sería Fred Kerley, alguien a quien le importan un carajo los condicionamientos externos. Después de todo, él será el hombre a vencer. Trayvon Bromell, otro jugador muy peligroso, aparece un poco más frágil”. Los americanos, entre otras cosas, se presentarán veteranos de un encuentro común, sobre todo en función del relevo 4×100 que tantos problemas ha creado en el pasado. “Nosotros también lo apuntamos – sonríe Marcell – somos un gran equipo y estamos listos para confirmarnos”.



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