Londres (AP) – Jürgen Klopp bailaba radiante frente a la tribuna tras el pitido final, el estadio de Wembley brillaba con luz roja. El Liverpool ganó la Copa de la Liga inglesa por primera vez con el técnico alemán.
Los Reds vencieron al FC Chelsea de Thomas Tuchel en los penaltis 11:10 en la prórroga. Frente a 85.512 espectadores en el atmosférico Wembley Stadium de Londres, los dos equipos disputaron un partido trepidante y una de las finales de la Copa de la Liga más entretenidas en años. “También hay que tener suerte”, dijo Klopp a Sky Sports. “Tuvimos suerte. El partido podría haber terminado 5-5”.
Kepa se convierte en una figura trágica
Irónicamente, el portero del Chelsea, Kepa, que ingresó para la tanda de penaltis, falló el tiro ganador después de que los 21 tiradores habían marcado previamente desde el punto. No se marcó ningún gol durante el tiempo reglamentario y los 30 minutos de prórroga. El Chelsea, con el internacional alemán Kai Havertz en la delantera y el equipo de Klopp con las estrellas del ataque Mohamed Salah, Sadio Mané y Luis Díaz, habían intercambiado golpes por momentos con ocasiones de primer nivel por ambos lados.
Un supuesto gol del exjugador del Schalke Joel Matip para los Reds fue anulado después de la evidencia en video porque Virgil van Dijk estaba fuera de juego. Dos goles del fuerte Havertz y un gol del suplente Romelu Lukaku no contaron para los Blues.
En Inglaterra, la Copa de la Liga se considera bastante insignificante en comparación con la Copa FA. Sin embargo, ambos entrenadores jugaron casi a su mejor nivel. En lugar del portero habitual Alisson, Klopp dejó que su representante Caoimhin Kelleher jugara en la portería de los Rojos.
“Caoimhin Kelleher es un chico joven que ha jugado toda la competición. ¿Qué debo hacer?”, explicó Klopp sobre la jugada. “Él se lo merece.” En el Chelsea, el portero Edouard Mendy hizo paradas espectaculares para evitar que su equipo se quedara atrás antes de dar paso al desafortunado Kepa entre los postes.
Solidaridad con Ucrania
El juego se vio ensombrecido por la guerra en Ucrania. Antes del saque inicial, los equipos y los espectadores de Wembley expresaron su solidaridad con Ucrania. Las pantallas del estadio dicen “Football Stands Together” en azul y amarillo. Miles de fanáticos se unieron a la canción “You’ll Never Walk Alone”, que también es el himno de Liverpool. Las banderas de Ucrania se podían ver en las gradas.
El sábado, el propietario ruso del Chelsea, Roman Abramovich, acusado de ser cercano al jefe del Kremlin, Vladimir Putin, entregó el control del club desde Londres. Debido a la guerra en Ucrania, se han hecho llamados en Gran Bretaña para imponer sanciones al multimillonario ruso. Según los informes, el Chelsea FC aún no está a la venta.