Por Michael Sauerbier
Los controles fronterizos en Brandeburgo están surtiendo efecto. Un comentario del editor de BZ, Michael Sauerbier.
Brandeburgo y Sajonia llevaban meses pidiendo controles fronterizos permanentes. Porque las ciudades y los distritos gimen bajo la afluencia de refugiados.
Pero para la ministra federal del Interior, Nancy Faeser (SPD), la situación no era suficientemente mala. Sólo después de las derrotas electorales en Hesse y Baviera cedió Faeser.
El sindicato de policía y AfD advirtieron rápidamente: los controles no sirven de nada. Los funcionarios temían trabajo extra, los agitadores de derecha temían el éxito de las medidas.
Ahora la sorpresa: desde que comenzaron los controles, el número de refugiados se ha reducido en tres cuartas partes.
Pero el Ministro del Interior de Brandeburgo, Michael Stübgen (CDU), lo sabe: los controles fronterizos sólo pueden ser una primera medida de emergencia. Los contrabandistas no perderán permanentemente miles de millones en ganancias.
Ahora deben seguir acuerdos con otros países para detener permanentemente el flujo de refugiados.