El partido de la última cumbre de la UE antes del verano, prevista para el jueves 23 y el viernes 24 de junio, tiene que ver con la energía. Un partido que tendrá a Italia como protagonista. Sobre el techo del precio del gas sigue faltando el consenso de los 27 y la propuesta de la Comisión, en el horizonte, aún no está. Para Mario Draghi, la medida sigue siendo una prioridad europea y también tiene su propio significado político, el de una contrasanción a Rusia que poco a poco va cerrando los grifos de Europa. Ciertamente, ninguna decisión operativa saldrá de la cumbre. Pero en la última versión del proyecto de conclusiones del Consejo Europeo, se insertó una referencia al precio máximo.
Negociación
El día sobre el que se cierne la tormenta es el del viernes, cuando le seguirá primero la Eurocumbre y luego la sesión de la cumbre europea dedicada a los temas económicos. La discusión, desde varias fuentes europeas, se anticipa como “seria” o “intensa”, términos que en Bruselas se suelen utilizar para describir un enfrentamiento. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ilustrará los cimientos del nuevo escudo antifragmentación a los líderes de la eurozona. Pero no todos aplaudirán y los Northern Hawks reiterarán su escepticismo ante la nueva intervención de Eurotower. En las conclusiones de la eurocumbre hay una clara referencia a la inflación: se insistirá en que es en gran medida la guerra de Ucrania y los altos precios de la energía los que la han provocado. Algunos capitales, explican fuentes diplomáticas europeas, también vieron en este pasaje una referencia indirecta al precio tope. Una solución que, sin embargo, no fue suficiente para Italia. Se reinicia así la negociación sobre el apartado “Cuestión económica” del proyecto de conclusiones.
La presión de Roma
En el texto habrá una referencia al “uso del gas y el petróleo como arma” por parte de Moscú y habrá negociaciones al respecto en el precio tope, y en particular a las conclusiones de la cumbre del 30 y 31 de mayo pasado, cuando el Consejo invitó a la Comisión a explorar opciones para mantener bajos los precios de la energía, incluido un precio máximo temporal. Italia está aumentando su presión para que la Comisión elabore la propuesta lo antes posible. Y no se excluye que Roma presente un documento oficioso (una de sus posiciones escritas) al Consejo de Asuntos Energéticos la próxima semana.
El papel de Alemania
Sin embargo, fuentes europeas explican que una decisión operativa “recién llegará entre septiembre y octubre” y subrayan cómo, para algunos estados miembros, con los recortes de gas implementados por Moscú, el tope de precios “podría empeorar la situación”. La tesis de Italia va en sentido contrario: la progresiva paralización de los suministros desde Moscú anula el temor de que, con el techo de precios, la Russa pueda cerrar los grifos. Una tesis que se confirma en las palabras del máximo responsable de la Agencia Internacional de la Energía (AIE): la UE debe estar “preparada en caso de que el gas ruso quede completamente cortado”, advirtió Fatih Birol. La cumbre europea está llamada a dar las primeras respuestas. En el techo de los precios del gas ruso, obviamente será crucial la posición de Alemania, que sigue siendo sustancialmente opuesta pero más abierta a la confrontación que hace unas semanas.