Condominios, corresponde al administrador controlar los costos


Se acerca el invierno y se acerca el momento de encender las calderas. Debemos comenzar a comprender que debemos ahorrar porque, al menos en la inminencia, el calentamiento ya no será como antes debido a los conocidos hechos bélicos. Ahorrar dinero se convierte en un deber social de cada condominio, en cumplimiento del principio superior de solidaridad que, hoy más que nunca, debe existir necesariamente entre todos los condominios. El coste de la calefacción, de hecho, ya no es un problema individual, sino colectivo: si uno no ahorra, los demás tampoco ahorran, porque el importe del consumo correrá el riesgo de duplicar el importe total, lo que a cargo de todo el condominio y, en definitiva, del individuo, que se encontrará pagando mucho más, aunque quizás sus consumos personales habrán disminuido en comparación con los de la gestión pasada.

En edificios equipados con válvulas termostáticas y distribuidores de calor, ni siquiera ayudará a reducir, incluso a cero, las válvulas de sus radiadores. Porque si los vecinos no se comportan de la misma manera, en todo caso aumentará la carga de la cuota fija, a cargo de todos los condominios según las respectivas milésimas de calefacción, y, en consecuencia, también la cuota variable, relativa al bajo consumo. .contado al condominio virtuoso. En resumen, si todos los condominios no están convencidos de ahorrar, todos serán penalizados por los mayores costos de calefacción.

No debe olvidarse que el aumento de los costos a menudo va de la mano con el aumento de los atrasos: desafortunadamente, no es raro que las familias ya no puedan hacer frente a los cargos de condominio debido a su aumento inexorable. Y son bien conocidos los largos tiempos necesarios para la recuperación de las sumas adeudadas, con el riesgo real para los condominios solventes de tener que intervenir para suplir la falta de efectivo en el condominio para atender las justas demandas de los prestadores de servicios.

Todos habrán de adaptarse, en primer lugar, a las recientes directivas del Ministerio de Transición Ecológica, que prevén la introducción de límites de temperatura en los ambientes (un grado menos en los hogares), las horas diarias de encendido (una hora menos al día) y la duración del período de calefacción (15 días menos), aunque diversificada a lo largo del país en función de la zona.

No existen sanciones directas para los desobedientes, ni controles específicos en las viviendas individuales para controlar el consumo, pero todo queda al sentido común del condómino y su respeto por quienes comparten con él las cargas del condominio.



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