Se acudió a este concierto como se podría haber ido a una ópera de Richard Strauss a principios del siglo XX: serio, concentrado, en gran tensión y esperando con alegría los picos de éxtasis de la velada.
Dos meses antes había aparecido «Ys», un álbum de cinco canciones en las que la joven arpista había llevado a alturas narrativas su complejo arte de la canción, que Van Dyke Parks había ilustrado de manera simpática con sus arreglos. Ahora Newsom interpretaría la obra en concierto acompañado de la Orquesta Sinfónica de Londres. La noción de que «independiente» en un contexto pop es al mismo tiempo…
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