Con sus 2 metros y 6 centímetros, Sander de Graaf de Made llama la atención en el equipo de remo holandés. 18 centímetros más largo que el más pequeño. “Soy el más alto. Veo mi altura como una gran ventaja, porque obtengo mucha potencia de ella”.
Para muchos remeros, el Holland Eight es lo más alto que se puede alcanzar. Sander, de 28 años, se encuentra en este ‘codiciado’ barco que participará en el Campeonato del Mundo de Remo en Belgrado entre el 3 y el 10 de septiembre. Con sus 2,06 metros, Brabander es un gigante en la cima mundial.
¿Por qué remar con otros siete hombres y un timonel al timón es tan bonito en el deporte? “Es el barco más grande y más rápido”, afirma Sander. Puede compararlo con otros barcos, porque empezó con las parejas. “Empecé muy conscientemente poco a poco, porque así puedes demostrar tu valía ante el sindicato. Cuando vieron el potencial, fui a los cuatro. El hecho de que haya dado el paso al Holland Eight es una bonita muestra de agradecimiento”.
“La comunicación es muy importante con ocho hombres.”
En Holanda se piden ocho cosas distintas que en equipos más pequeños. “Es muy fácil consultar con dos personas, por ejemplo. Con ocho invitados en el barco, esa comunicación es muy importante. El proceso es diferente, eso es lo que lo hace divertido. Se siente como algo nuevo”.
Con sus 2,06 metros destaca en el equipo de remo. “Soy el mejor. Una diferencia importante con el más pequeño de 1,88 metros. Veo mi altura como una gran ventaja. En el remo es cuestión de sincronización y eso es encajar y medir. Ajustar todos los mismos trazos lleva mucho tiempo. Ciertamente no veo mi altura como una desventaja, porque obtengo mucha potencia de ella”.
“Hay momentos muy duros como remero.”
No, no hay pesos ligeros en Holland Eight. Son hombres de espaldas anchas que lo dan todo durante 5 o 6 minutos para cruzar el agua lo más rápido posible. “Durante los entrenamientos y las competiciones hay momentos muy duros. Sin embargo, los bellos momentos, los grandes torneos y los bellos lugares lo compensan todo. Esta vida es muy gorda”.
Poco antes del Mundial, Sander entrena seis días a la semana durante 3,5 horas al día. La selección holandesa viajará a Belgrado una semana antes del inicio del Mundial, en parte para acostumbrarse al calor. “En Holanda hicimos una especie de entrenamiento en la sauna, donde permanecíamos mucho tiempo en el calor. También lo hicimos en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde yo estaba en el barco con los cuatro sin timonel. Ciertamente tenemos que ser capaces de afrontar las circunstancias ahora”.
“Confianza en que iremos por el podio”.
Una medalla en el Mundial es el objetivo. “En el Campeonato de Europa perdimos el sprint final de la competición, pero un cambio en el equipo ha mejorado las cosas. El Mundial será nuestro primer gran torneo con la composición actual. Con nuestras cualidades estoy seguro de que vamos a subir al podio. En cualquier caso, estar entre los cinco primeros es importante, porque eso significa un billete para París. Entonces tendremos mucho tiempo para ser lo más fuertes posible de cara a los Juegos Olímpicos”.