Gabriel Attal, el nuevo Primer Ministro francés, es joven, popular y «macronista» desde el principio. Con su nombramiento, el presidente Macron espera dar un nuevo impulso a su segundo mandato como presidente.
Con sólo 34 años, Gabriel Attal se convierte en el primer ministro más joven desde la Quinta República, la forma de gobierno francesa desde 1958. También es el primer primer ministro abiertamente homosexual del país. Su nombramiento fue anunciado alrededor del mediodía del martes, después de días de especulaciones sobre su nombre como el candidato favorito.
Attal ha logrado un ascenso meteórico en la política francesa en siete años, como fiel seguidor del presidente Emmanuel Macron. Desde el inicio de su movimiento político, fundado en 2016 con el nombre de La République en Marche (ahora Renaissance), Attal formó parte del partido. En 2017 se convirtió en miembro del Parlamento y portavoz de Renaissance, y un año después se incorporó al Gobierno como secretario de Estado de Educación, ministerio del que ha sido ministro durante los últimos cinco meses. Entretanto, el comunicativo Attal guió a Francia durante la crisis del coronavirus como portavoz del gobierno y como ministro delegado fue responsable del presupuesto.
Para el buen oyente, su nombramiento no supone una gran sorpresa. En una entrevista televisiva a finales de diciembre, el presidente Macron elogió la energía y el coraje de Attal, quien, según él, se atrevería a dar la lucha necesaria y tenía un futuro ambicioso por delante.
Attal es también uno de los políticos franceses más populares: en un reciente estudio de opinión no sólo fue nombrado como el sucesor más buscado del primer ministro Borne, sino también como una figura política favorita para tomar una cerveza. Una elección estratégica de cara a las próximas elecciones europeas de junio, en las que el también joven Jordan Bardella (28), del partido de derecha radical Asamblea Nacional, es actualmente el favorito.
Según el propio Attal, su interés político surgió en 2002, cuando participó en una manifestación contra Jean-Marie Le Pen. El líder de extrema derecha del Frente Nacional (predecesor de RN), acusado repetidamente de racismo y antisemitismo, llegó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de ese año, para consternación de gran parte de los franceses. Attal estudió ciencias políticas en París y poco después de graduarse en 2012 se convirtió en asesor de la ministra socialista de Salud, Marisol Touraine.
Como Ministro de Educación, Attal también ha logrado ganarse el cariño del lado derecho del espectro político en los últimos meses. Su primera medida fue introducir la prohibición de la abaya en las escuelas secundarias al comienzo del nuevo año escolar en septiembre pasado. También prometió experimentar con el uso del uniforme escolar obligatorio.
Con el nombramiento del popular Attal, Macron espera dar un nuevo impulso a su segundo mandato como presidente. El primer ministro predecesor, Borne, era incluso menos popular que el propio presidente desde la controvertida reforma de las pensiones, y las tensiones dentro del gabinete han aumentado en los últimos meses. La nueva ley de inmigración, en particular, dividió al partido del Renacimiento desde dentro. Cuando se adoptó a finales de diciembre, el Ministro de Salud, Aurélien Rousseau, abandonó el gobierno.
La pregunta es si el cambio de guardia también puede aliviar la tensa relación con la oposición en el parlamento. Tanto la izquierda radical como la derecha radical reaccionaron con vacilación ante el reemplazo de Borne, que no cambiaría nada sustancial. Es como preguntarme sobre mi marca favorita de encurtidos, respondió el líder comunista Fabien Roussel cuando se le preguntó. «Mientras no cambies la receta, todos saben igual».