El gol del armenio también vale la décima ganancia consecutiva, una racha que le falta desde 2016
Décimo partido útil consecutivo, cuarta victoria en las últimas cinco jornadas: no le pasaba a los giallorossi desde la final de la temporada 2015-16, y este dato ya explica la solidez del grupo de Mourinho (que impone uno a cero en Ferraris), Confirmado también ante una Sampdoria que se mantiene en aguas peligrosas del ranking. Intentó por todos los medios no arrollar, pero pagó su insuficiente empuje ofensivo en la distancia. Al final, para los giallorossi, la única nota discordante sigue siendo el dolor en el hombro derecho tras un choque en el partido anterior que dejó a Abraham fuera en la final.
La raza
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En el partido pasó exactamente lo que quizás temía Giampaolo: que en ataque la manta se quedara corta para la Sampdoria, y de ahí deriva la elección inicial del técnico Dorian de unir a Sabiri a Caputo, con Sensi de centrocampista ofensivo. Mourinho alineó la formación anunciada, con su efectivo 3-4—2-1, aunque al menos al principio los invitados comenzaron un poco demasiado cautelosos. La salida de la Sampdoria es más efectiva: a los dos minutos, Bereszynski aprovecha un error de Zalewski, se hunde por la derecha y sirve a Sensi, pero el apoyo del volante ofensivo por el centro no es aprovechado por Thorsby, que patea mal y desproporcionadamente. . En la reanudación de Giallorossi, pelota para Audero, cuyo incómodo aplazamiento favorece a los invitados, pero Colley remedia. Partido vivo, jugado a buen ritmo, en la que luego será la mejor fase de los de Giampaolo en la primera parte, ante un rival que recurre a menudo a la falta táctica (Mkhitaryan, Pellegrini) en cuanto la Sampdoria encuentra un hueco y crea superioridad desde mediana arriba. Juego largo en equilibrio sustancial. Ibáñez golpea sobredimensionado, Sabiri es derribado por el propio Ibáñez, inmediatamente amonestado. No hay temores reverenciales de la Sampdoria, la Roma lucha por relajarse, también porque Abraham no está bien servido, y se repliega para buscar el balón hacia el centro del campo. La Roma crea poco, pero la Sampdoria no logra picar: al 21′ Caputo comete al suelo a Rui Patricio. Partido extraño, lleno de interrupciones, pero en la primera estocada real la Roma logra tomar la delantera, cuando en un centro desde la izquierda de Zalewski, desviado por Thorsby en un intento de adelantarse a Abraham, Mkhitaryan encuentra el paso de dos pasos en un flojo pelota y vence a Audero. La Sampdoria reacciona con furia, pero solo gana un córner. Sobre los desarrollos del esquinero Colley arrolla a Rui Patricio: tanto miedo pero ningún daño para los dos. La ventaja le permite a la Roma manejar el juego, sin correr riesgos excesivos. Es más, pudo doblar incluso en un loco pase atrás de Bereszynski (38′): Abraham intuye y se adelanta a Audero, pero se precipita en el momento del remate y no encuentra el gol. Sabiri (41′) de falta remata directo a la portería, pero Rui Patricio tiene cuidado.
CAMBIO DE PASO
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En la segunda parte Giampaolo quita a Sensi e inserta a Quagliarella junto a Caputo, retirando a Sabiri en el rol de centrocampista ofensivo. Aparentemente, el juego de la Sampdoria se vuelve más efectivo a nivel ofensivo, pero en cuanto la Roma vuelve a encontrar las medidas, la Sampdoria vuelve a sufrir. La Roma, que tiene más calidad, cubre bien el campo y arriesga muy poco, manejando la ventaja con autoridad en el primer cuarto de hora de juego. Murru (14′) anticipa in extremis una embestida a velocidad Mkhitaryan-Pellegrini-Abraham, pero los giallorossi siempre son dueños del campo. Giampaolo intenta reavivar las suyas metiendo Vieira por Rincón en la mediana y Augello por Murru por la izquierda. Sabiri (21′) comete al suelo a Rui Patricio, pero haría falta más velocidad y furia, que la Sampdoria no parece poseer. Hay espacios enormes para la Roma, Audero tiene que salir fuera del área para evitar la patada a Abraham. Trimboli (28′) sustituye a Thorsby para dar más profundidad al juego de por medio. Es un reto que al final parece desigual en cuanto a valor: entre el 31′ y el 33′ Roma un balón infinito siempre en control, con la Sampdoria incapaz de reaccionar. Claro, el cero uno no permite distracciones, pero los invitados tienen el control total del partido. Mourinho quita a Abraham y Zalewski (dentro de Shomurodov y Vina), pero el juego no cambia, aunque en el 42′ en un remate de Quagliarella, Smalling engañó a Rui Patricio por una patilla. Final candente, con la Roma tratando de poner el partido a dormir, tanto que Pellegrini -sustituido en la recuperación- retrasa la salida del campo y toma como advertencia una tarjeta amarilla aparentemente inútil, pero quizás no del todo aleatoria dado que la próxima es contra Salerno.
3 de abril de 2022 (cambio 3 de abril de 2022 | 20:12)
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