Ha pasado menos de una semana desde que cayó el gabinete de Rutte IV y comenzó un período provisional que duró demasiado. En este sentido, es una buena noticia que a partir del martes entre en funciones un nuevo gabinete con un mandato misional. La caída del gabinete fue innecesaria y la formación que siguió a las elecciones de noviembre tomó demasiado tiempo. Los problemas que enfrentó el último gabinete de Rutte (vivienda, nitrógeno, clima, acogida de asilo, desconfianza en la política) no desaparecieron ese año, al contrario. El nuevo gabinete que asumirá el martes, encabezado por Dick Schoof, está formado por tres cuartas partes de partidos que prometieron una nueva política y una nueva política. Ahora tienen que demostrar que pueden hacerlo. Una tarea difícil, dada la gravedad de los problemas y la forma en que están entrelazados. Sin una buena política de nitrógeno no habrá construcción de viviendas adecuadas. Sin una acogida buena y humana de los solicitantes de asilo no habrá “control de la migración”, que es lo que quieren los cuatro partidos. Y sin resultados en esos difíciles expedientes, no habrá mayor confianza en la política. PVV, NSC y BBB surgieron como partidos que expresaron protestas. Ahora que van a gobernar con el VVD tendrán que ver que no son sólo palabras. Después de todo, esa fue su principal crítica al gabinete de Rutte.
La pregunta es si Dick Schoof puede ser un director eficaz. Fue uno de los funcionarios más influyentes durante años, pero nunca se le ha puesto a prueba en un papel político. Y ahí está el problema: Schoof no representa a ningún partido, nunca ha sido candidato a nada, nadie sabe lo que piensa. Salió de la pobreza: el líder del PVV, Geert Wilders, no pudo convertirse en primer ministro del VVD y del NSC, y se descartaron nombres alternativos. Hasta el actual Secretario de Estado Marnix van Rij (Finanzas, CDA), reveló Fidelidad. Schoof no es la primera opción y, por tanto, empieza detrás.
Dick Schoof seguirá siendo el gran desconocido hasta el miércoles, cuando la Cámara de Representantes debatirá la declaración del gobierno. Pero, afortunadamente, la Cámara de Representantes -y los electores- ya han podido reunirse en los últimos días con los demás ministros previstos. Por primera vez, la Cámara organizó audiencias en las que las comisiones parlamentarias permanentes podían formular preguntas. Aún quedaba algo que decir sobre el formulario: era prácticamente imposible formular más preguntas y no se podían presentar mociones. Pero el temor de los partidos a las “condiciones americanas” resultó ser infundado. La mayoría de las audiencias fueron esclarecedoras y proporcionaron una visión útil de los tiempos políticamente inciertos que aguardan a los Países Bajos.
Lo que llamó especialmente la atención fue la forma en que los futuros ministros del PVV intentaron distanciarse de las declaraciones que se habían hecho en el pasado. La “población” se convirtió en la gran prueba. Varios miembros del PVV, entre ellos Wilders y el actual presidente de la Cámara, Martin Bosma, han difundido esta teoría de conspiración racista en el pasado. El PVV ha dejado temporalmente en suspenso varios cargos, pero eso no dice nada sobre las ideas que existen en el partido. El PVV, de derecha radical, será el mayor partido gubernamental a partir de la próxima semana, lo que significa que el partido será cuestionado críticamente sobre estas ideas. Los candidatos a ministros del PVV dudaron en tomar distancia. Fleur Agema (Salud Pública) afirmó que los miembros del partido no conocían la “connotación histórica” del término y, por tanto, se habían “equivocado”. Dirk Beljaarts (Asuntos Económicos) no estaba familiarizado con el concepto, afirmó. Marjolein Faber (Asilo y Migración) hizo una distinción entre “el comportamiento de un portavoz de la oposición” y el de un funcionario del gobierno. Prometió hablar a partir de ahora de “la preocupante evolución demográfica”. Reinette Klever (Comercio Exterior y Ayuda al Desarrollo) fue la única que no se distanció en absoluto, sino que calificó la repoblación como “un fenómeno demográfico”.
Al hablar constantemente de “el frigorífico”, los otros tres partidos han creado la ilusión de que el PVV puede renunciar a sus ideas. Esto es una ilusión, según demostraron las audiencias. El PVV sigue siendo el mismo y sólo está dispuesto a ceder en la forma, no en el fondo. Los provocativos mensajes de Geert Wilders en X sobre la conmemoración del pasado de la esclavitud y el Islam fueron ilustrativos. Las partes han acordado que los líderes políticos permanecerán en la Cámara, y en esa construcción Wilders tiene todas las oportunidades para no preocuparse por nada. La inestabilidad está arraigada en el gabinete Schoof. El gabinete de Schoof comenzará el martes en circunstancias extremadamente inciertas y el candidato a primer ministro, aún invisible, tendrá que demostrar su máxima capacidad de liderazgo desde su primer día de trabajo.