El 30 de octubre, Chris Peeters pasará de Elia a Bpost, pero su traspaso principal ya está causando conmoción. Incluyendo las bonificaciones, el director general ganará hasta 1,2 millones de euros al año: el doble del límite salarial acordado para los directivos gubernamentales. ¿Este negocio es como de costumbre?
Bpost comprometió los 1,2 millones de euros tras consultar con el gobierno federal. La pregunta es si Bpost podrá recuperar ese dinero incorporando a un jugador de primer nivel como Peeters.
“Esto huele a política trastienda y a bullicio como en el pasado. El nuevo salario supone una gran diferencia con respecto a lo acordado en 2013. Seguramente plantearemos esto en la cumbre de Bpost en nuestra próxima reunión. Ahora recibo muchas preguntas de los empleados postales en el lugar de trabajo: ¿hay algo extra para ellos?” Geert Cools, secretario general de ACOD Post, ya está descontento.
Luc Tegethoff, presidente nacional de VSOA, también comentó: “No nos informaron con antelación: también tuve que leer esto en la prensa. Con la cantidad que circula podemos ofrecer muchos extras a la plantilla”.
El incidente es molesto, porque hace diez años la política belga ya estaba agitada por los altos salarios de los directivos gubernamentales. El entonces director de Bpost, Johnny Thijs, dimitió a finales de 2013 después de que el Gobierno federal redujera a la mitad el salario bruto de Di Rupo, de 1,1 millones de euros a 650.000 euros brutos. Di Rupo y compañía. Instaló ese techo cuando resultó que Didier Bellens, director general de la otra empresa pública cotizada, Belgacom (ahora Proximus), ganó nada menos que 2,4 millones de euros ese año. Para las empresas públicas que no cotizan en bolsa, el salario máximo se fijó incluso en 290.000 euros.
Acuerdo de caballeros
A continuación, el Ministro de Empresas Públicas, Jean-Pascal Labille (PS), tomó la iniciativa. La oposición lo persiguió: en febrero de 2014, el diputado verde Stefaan Van Hecke incluso acusó al ministro Labille de “fracturar las palabras”, cuando surgieron dudas sobre si las bonificaciones también deberían computarse dentro de ese límite salarial. Tenga en cuenta que el límite salarial no es una ley estricta, sino un “acuerdo de caballeros”. Al cabo de unos años, el límite superior ya se eludía de diversas formas.
Por ejemplo, el anterior jefe postal Dirk Tirez recibió un salario bruto de 968.000 euros por sus últimos once meses de trabajo, hasta que fue despedido a finales de 2022. Chris Peeters ahora ganará más. En concreto, su paquete salarial anual se compone de una parte fija de 585.000 euros y un plus a corto plazo de 292.500 euros. Además, Peeters recibirá un “bono de transferencia” único de 250.000 euros. Finalmente, Peeters también recibirá una bonificación a largo plazo de 292.500 euros al cabo de tres años. Para este último superávit debe sumar buenos puntos en tres dominios: el CO2-reducir las emisiones de la empresa postal, lograr buenos resultados financieros y garantizar la buena gobernanza de la empresa postal. En total, el salario anual de Peeters podría ascender a 1,2 millones de euros brutos.
Según Bpost, es esencial adquirir un actor tan importante y competir “en línea con el mercado” con otras empresas. La central destaca que el paquete salarial se elaboró en consulta con el ministro competente y el gobierno federal.
Los partidos de Vivaldi están actualmente escasos de comentarios. La ministra competente Petra De Sutter (Verde) se refiere a Bpost como empleador para todos los textos y explicaciones. “Sin embargo, fueron precisamente los socialistas y los verdes quienes abogaron durante años por una reducción de los salarios en las empresas públicas”, señala el diputado de la oposición Michael Freilich (N-VA).
Bono de fin de año
Quizás la junta directiva de Bpost, presidida por Audrey Hanard (PS), debería sacar las castañas del fuego. Se reunirá con los sindicatos a finales de esta semana. Ahora pueden aprovechar el incidente para exigir una bonificación de fin de año para el personal. Quizás pronto haya margen para ello, porque la cotización bursátil de la acción de Bpost ya ha subido un 6 por ciento desde el anuncio de la transferencia. Si Peeters consigue que la empresa vuelva a estar en aguas tranquilas, esto podría generar millones de euros de facturación para la empresa postal y, por tanto, beneficios adicionales.
El salario de Peeters equivale a lo que gana el director general de Proximus, Guillaume Boutin (1,27 millones de euros en total). Ambos reciben mucho más que otros directivos del gobierno, como la jefa de ferrocarriles Sophie Dutordoir (NMBS): según ella gana 319.000 euros brutos. El primer ministro Alexander De Croo (Open Vld) tendrá derecho a un salario anual total de 270.000 euros brutos en 2023.
Si tenemos en cuenta el aumento de la esperanza de vida, el límite máximo de 650.000 euros que existía en 2013 se ha convertido ahora en 840.000 euros. Esta última cantidad equivale aproximadamente al salario bruto anual del actual director general del banco estatal Belfius Marc Raisière.
Por último, tanto Elia como Bpost cotizan en bolsa. Si miramos a los que más ganan en el Bel-20, Chris Peeters está muy por debajo de ellos. De media, el director general de una empresa Bel-20 gana hoy más de dos millones de euros. De acuerdo a El tiempo Es el director general mejor pagado de la nómina belga, Michel Doukeris (AB Inbev), con un salario bruto anual de 7,2 millones de euros. Tim Van Hauwermeiren (Argenx: 7,1 millones de euros) ocupa el segundo lugar. El top tres lo completa Jean-Christophe Tellier (UCB: 5,8 millones de euros). La primera y única mujer entre las 10 primeras ocupa el cuarto lugar: Ilham Kadri gana 4,81 millones de euros en Solvay. Johan Thijs (KBC: 3,07 millones de euros) es el líder entre los bancos en Bélgica. Pero, en realidad, Bélgica suele ser pequeña en comparación con el resto del mundo: el director general francés de BNP Paribas, por ejemplo, gana 4,1 millones de euros.