‘Compre una casa, llévese un Tesla’: acuerdo inmobiliario creativo en Nueva Zelanda atrae a masas de personas interesadas

Durante años los árboles en el sector inmobiliario crecieron hasta el cielo, pero en tiempos económicos turbulentos es más difícil hacer negocios. En Nueva Zelanda, un corredor de la oficina de Barfoot & Thompson está tratando de atraer compradores interesados ​​con una propuesta muy notable. Quienes compren la villa de siete dormitorios ofrecida en los suburbios de Auckland recibirán un Model Y de Tesla por valor de 66.000 euros.

Los compradores tienen que hurgar en el bolsillo para ello, porque la inmobiliaria pide poco más de 1 millón de euros por la vivienda. “Desde que el anuncio se puso en línea, recibimos muchas solicitudes. Podríamos vender la propiedad en una semana», dijo a Bloomberg el agente inmobiliario Prince Kapoor.

La acción de Barfoot & Thompson no surge de la nada. Nueva Zelanda puede estar formada por islas, pero eso no significa que la nación pueda protegerse de la inflación que golpea al resto del mundo. El banco central del país está tratando de hacer algo al respecto elevando las tasas de interés. A fin de mes volvió a subir 75 puntos básicos, a 4,25 por ciento.

Las tasas de interés más altas hacen que sea más difícil para las personas financiar un préstamo para bienes raíces, lo que explica por qué los agentes inmobiliarios como Barfoot & Thompson tienen que ser originales para no dejar caer el número de transacciones. Un hermoso edificio como el de Auckland se habría vendido sin problemas en el pasado, pero actualmente hay otras cuatrocientas casas en el mercado en el mismo distrito. Eso es un 43 por ciento más que el año pasado. Por lo tanto, los expertos de Nueva Zelanda esperan que los corredores propongan acciones cada vez más grandes y locas.

Precios inmobiliarios

Las altas tasas de interés y la sobreoferta también tienen un impacto importante en los precios de los bienes raíces. Cifras del Instituto de Bienes Raíces de Nueva Zelanda muestran que el precio medio de una casa cayó un 10,9 por ciento en el último año, a poco más de 641.000 euros. En Auckland, la capital del país, hubo incluso una caída del 12,7 por ciento respecto a hace un año.

La promesa de un Tesla ‘gratis’ en la compra de una vivienda suena atractiva, pero sólo se produce por una realidad poco halagüeña desde el punto de vista económico. La caída de los precios inmobiliarios no conduce a que más personas puedan pagar su propia casa.

A los economistas les preocupa que los propietarios de viviendas obtengan préstamos a tasa variable. Un informe del banco central muestra que si las tasas de interés suben al 7 por ciento, la mitad de las personas que solicitaron un préstamo el año pasado tendrán que gastar más del 50 por ciento de sus ingresos mensuales en el pago. La pregunta es si un Tesla en el camino de entrada compensa suficientemente esa carga financiera.



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