Comportamiento no transgresivo, encontrado en Delden

Mientras el viento helado sopla sobre el Canal de Twente Delden (7300 habitantes, ningún pueblo, derechos de ciudad desde 1333) añadió en voz baja. Un poco de nieve se ha pegado al techo de una casa de libros azul, pero la estructura es tan robusta que los libros quedan resguardados en su interior. Buenos libros, por cierto: Binet, Houellebecq, Koch. y en una esquina La sorpresauna colección de historias de belcampo (1902-1990) que creció como hijo de un notario en Rijssen (A 15 kilómetros, derechos de ciudad desde 1243).

En la portada aparecen –sorpresa– Georgina Verbaan y Jeroen van Koningsbrugge. Una edición cinematográfica, realizada en 2015 cuando Mike van Diem filmó la historia principal. Esto comienza maravillosamente con una escena incómoda entre un joven adinerado y su ama de llaves, en la que esta última reprocha a su jefa no haber movido nunca un dedo sobre el picaporte de la puerta de su dormitorio en años de vivir bajo el mismo techo; y mucho menos su cuerpo. Ella suma acción a la denuncia por su falta de conducta inapropiada y renuncia.

El hombre apático se da cuenta de que las cosas no pueden seguir así y decide acabar con su vida. Esto resulta ser más difícil de lo esperado. Se entrega a un proveedor de servicios, ordena ‘La Sorpresa’ como forma de muerte y, en el último momento, conoce, ya lo veías venir, a una compañera que lo pone todo en duda. Liberados de su desesperanza, huyen juntos de la muerte. Mientras lees, sientes que no hay escapatoria, y el hecho de que los recientemente encendidos hayan ordenado una sorpresa para acabar con sus vidas deja abierta la posibilidad de que estos dos sean la sorpresa mortal del otro. Cuando ese pensamiento también se apodera de sus mentes, se vuelve realmente emocionante.

La fiesta no está sólo en la trama del baile, sino también en los detalles; culminando en el primer momento de intimidad entre los amantes, cuando ella se prueba un ataúd y se queda atascada. (Definitivamente mira esa película). En el mundo de Belcampo, el hombre debe aprender a vivir en un universo que de repente puede volverse loco. Véase también ‘Tener el control de las cosas’, también incluida en la colección de triple salto de la obra de Belcampo, una historia clásica de la que a veces me avergonzaba admitir que no la había leído “todavía”. ¡Ahora es! Si no fuera de 1950, se podría leer como una alegoría del cambio climático (o de la pandemia del coronavirus), aunque aquí no es la naturaleza la que toma el control, sino las cosas que, al cobrar vida, hacen sentir a la gente quién es. en cargo. (En la secuela, nada humano parece ajeno a las cosas.) El motivo de la revuelta es la bomba atómica: atacar las cosas con cosas lleva las cosas demasiado lejos.

También aquí los bellos detalles se superponen: cuando los objetos revividos salen de las casas, una gruesa cortina se cubre delante de un armario, para que la vajilla pueda caer con seguridad. Y cuando la ropa sale de la gente, a Belcampo se le ocurre una imagen preciosa. “Habíamos abandonado todos los pensamientos de resistencia y cuando se nos aflojó el pijama, levantamos los brazos para que nos los quitaran y nos quedamos como soldados rindiéndose al enemigo”. Lo mismo ocurre con el propio Belcampo: sólo podemos entregarnos a él con amor.

¿Te gustaría tener el ejemplar reseñado de De Surprise? Envíe un correo electrónico a [email protected]; el libro se sorteará entre los participantes y se notificará al ganador.






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