Este fraude del diésel habría involucrado a millones, según una investigación de Platform Investico en colaboración con la Periódico general para entre otros El Amsterdammer verde.
Ganar dinero rápido, mucho dinero, incluso millones, es el sueño de muchos delincuentes. En Bélgica, el gremio de villanos ha aprovechado un mercado donde se pueden obtener sumas astronómicas: ‘cambiando’ diésel rojo por blanco y vendiéndolo en la bomba. El modelo de ingresos radica en la diferencia de impuestos: en el diésel rojo (destinado a vehículos agrícolas) es de 1,7 céntimos por litro, en el blanco el comprador/comerciante paga 60 céntimos. Debido a esta diferencia, el beneficio aumenta rápidamente. Muy rápido.