Un resistente candado de cadena y una alarma no impidieron que los ladrones robaran la fat bike de Sheila Hebing (28). A plena luz del día en uno de los centros comerciales más concurridos de Gorinchem. Gracias a un rastreador que ella misma colocó, encontró su flamante bicicleta horas después: a unos 30 kilómetros de distancia. Nunca tuve miedo ni por un momento, pero sí lo tuve presente: mientras no esté armado”.
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